lunes, 29 de octubre de 2012

"MORRIS- AUSTERIDAD Y PARODIA" de Miquel Esteba


ISBN/ASIN: 9788415296539
Editorial: EDITORIAL DOLMEN
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 142


Jareth: TRAS LOS PASOS DE UNA LEYENDA

En septiembre de este mismo año hacía su aparición en las tiendas "Morris-Austeridad y parodia", libro dedicado a repasar la carrera artística del belga Maurice Bévère, más conocido en el mundo entero por su nombre artístico, Morris. Pero tratar la carrera de Morris implica necesariamente centrarse en el personaje al que dedicaría la práctica totalidad de su labor,  que no es otro que el célebre  Lucky Luke, asi que  "Morris-Austeridad y parodia" se divide acertadamente en dos grandes bloques temáticos titulados Trayectoria y Obra, que se centran respectivamente en ambas figuras, autor y personaje.



En Trayectoria, Miquel Esteba, traza a lo largo de 11 capítulos todo el itinerario artístico-laboral de Morris, desde sus inicios hasta su etapa final en  Lucky Comics. En ellos de forma amena pero enjundiosa vamos trabando conocimiento de la figura del autor, de sus pasos dentro de una industria en la que se irá consolidando hasta llegar a lo más alto, de sus influencias y su relación con otros grandes talentos de la época (Franquin, Jijé, Peyo, ...), de su relación con sus guionistas ( Goscinny sobretodo), de su  paso por las distintas editoriales con las que trabajo ( Dupuis, Dargaud...), .... vamos, la trayectoria de toda una vida que está tratada  de forma breve al tiempo que  informada.  La agilidad y sencillez expositiva del texto de Esteba se ve, además, complementada por interesantes injerencias, en forma de  comentarios del propio Morris, muy bien traídas a colación.


...los inicios


En este sentido el aficionado, no tan sólo a la obra de Morris, si no a la BD (bande desinnée) de la llamada escuela de Marcinelle, encontrará en este primer bloque  no poca información sobre el ambiente que alumbró a la irrepetible  generación de autores que desde la revista Spirou maravillaron a legiones de lectores. 


Tandem de genios. Goscinny y Morris


El segundo bloque del libro, por su parte, ya entra directamente en el análisis de todo lo que concierne al  universo Lucky Luke, desde el estilo austero de Morris hasta la singular relación de su obra con la realidad que parodia, pasando por sus inolvidables personajes, sus adaptaciones a la pequeña y gran pantalla, etc. Todo ello con una exposición sumamente clara, generosa en ejemplos o referencias concretas, que en ningún momento se hace pesada,  ni necesita engalanarse de vacua pedantería para demostrar su profundo y agudo conocimiento sobre lo tratado. 




El libro termina con una  completa y útil  bibliografía de los albúms de Lucky Luke, que de forma tan dispersa se han ido publicando en nuestro país. Están ordenados por fecha de publicación original, indicando las correspondencias con las ediciones españolas. Al margen de los de Morris, también aparecen los cuatro albums dedicados al personaje tras la muerte de su creador. 

En cuanto a la edición no puedo  más que halagarla. Su forma apaisada es idónea. El papel de calidad. Y, además, cuenta con un surtido de  imágenes y fotografías de diverso tipo  ( casi siempre hay una por página) , que pueden ser de interés para el lector  y que le dan un aspecto estupendo. 


¿Uderzo?

En definitiva, un libro bastante recomendable para los amantes de Lucky Luke , que se lee con disfrute y provecho, y que todo y sus 142 páginas se devora con  la rapidez con que éste disparaba a su sombra.  O casi. 


Mi valoración: 6'5 ( sobre 10)




No quisiera  acabar esta entrada sin enlazar uno de los fantásticos vídeos, que he encontrado en youtube,  del programa de televisión  francés de los 70, "Tac au Tac", donde dibujantes como Franquin, Peyo, Roba, Jijé, Giraud, y tantos otros participaban en una suerte de divertidos "juegos" sobre cómic, y en los que mostraban su impresionante talento. Podéis encontrar varios más pero el que he escogido es uno en que aparecen Franquin, Peyo, Roba y Morris, y donde este último empieza el juego dibujando a su inolvidable cowboy. Vedlo y disfrutad. 




jueves, 25 de octubre de 2012

"ESPADAS Y BRUJAS" de Esteban Maroto


ISBN: 9788499475073
Editorial: Editores De Tebeos (EDT)
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 256


Jareth: SWORD & SORCERY

En el principio estaba Frank Frazetta. Al menos en el descubrimiento por parte de Esteban Maroto, allá por los 60, del género de Sword and Sorcery, más conocido en nuestras tierras por aquel entonces como  Espada y Brujería y que muchos hoy llaman Fantasía Heroica o Épica. Este subgénero literario, aparecido  a finales de los años veinte en la revista pulp "Weird Tales", se caracteriza por narrar las aventuras y lances amorosos de aguerridos héroes en  mundos con resonancias medievales y ciertas reminiscencias orientales, donde la magia y lo sobrenatural están siempre a la vuelta de la esquina.  Su principal exponente y fundador es el célebre Robert E. Howard y, sin duda, el personaje más icónico de este tipo de subgénero es su más conocida creación, Conan el bárbaro. 

Si bien es un subgénero que posteriormente se ha metamorfoseado y diversificado considerablemente, si que es cierto que en un origen la Espada y Brujería tenía como  canon ineludible el universo howardiano. Luego llegó Tolkien inaugurando un nuevo y exitoso rumbo. Pero esa ya es otra historia. 




Como comentaba antes, en el principio estaba Frank Frazetta. El mismo Maroto así lo recuerda en este integral, cuando explica que su primer acercamiento y enamoramiento del género vino de las fascinantes portadas de las novelas de Conan, realizadas por Frazetta. A partir de aquí todo era cuestión de tiempo. En el año 1969, Luis Gasca le pidió a Maroto una idea para una historieta a publicar en una revista y así nació Wolff, la primera incursión del madrileño en el género. 

A éste le seguirían Dax, que en un principio nació con el nombre de Manly, y por último Korsar. Todos ellos itinerantes guerreros bárbaros con pequeñas variantes entre sí. 




El tomo integral de EDT reúne en una lograda edición  las aventuras completas de estos tres personajes, con algunos extras como el prólogo de Juan Miguel Aguilera, textos del mismo Maroto sobre su obra, portadas de ediciones originales de los personajes,  e incluso un divertido artículo de ¡Roy Thomas!, el célebre guionista de los cómics de Conan y tantas, tantas otras historias del sello Marvel.  Y es que que una celebridad internacional como Thomas dediqué un texto de dos páginas para está edición no es casual. He de reconocer que aunque yo no lo conocía hasta la fecha, Maroto es un autor con una trayectoria nacional e internacional importante, que no sorprende o extraña cuando uno contempla alguna de sus espectaculares páginas. Los amantes de las curiosidades descubrirán con esta edición cosas como que, por ejemplo,  fue él quién diseño el conocido "bikini de hierro" de Red Sonja.




Las primeras 62 páginas del volumen recogen las aventuras del bárbaro Wolff que de regreso a su poblado topa de bruces con la más horrible cara de la muerte y la desesperación. Su poblado ha sido arrasado y el único superviviente de su tribu parece ser un viejo anciano que, cubierto con las pieles de un lobo, explica al guerrero lo sucedido. Le cuenta que, en su ausencia, llegaron al poblado los espíritus de los brujos buscando víctimas para sus horripilantes ritos satánicos, exterminando hasta al último de la tribu. Pero el furibundo Wolff, misteriosamente, oye algo que desafía a las desoladoras palabras del anciano. A su mente acude la sobrenatural llamada de su amada Bruma, pidiéndole ayuda, así que no duda en lanzarse a la peligrosa búsqueda de los brujos  en pos de supervivientes. 

El ciclo de Wolff explica, a través de diversos capítulos y micro-aventuras, el arduo periplo de este  guerrero hasta conocer el destino de los suyos. Su viaje le llevará a trabar encuentros con terroríficas criaturas, escalofriantes deidades y brujos, y  bellas y misteriosas mujeres, siempre escasas de vestuario. Vamos, que en este sentido Wolff ofrece todos los ingredientes esenciales y característicos del género.




El procedimiento de trabajo en Wolff, tal y como nos refiere su autor, consistía en que Maroto dibujaba lo que le apetecía a partir de  una pequeña sinopsis de su propia creación y Luís Gasca, bajo el seudónimo de Sadko, escribía los textos finales. Un procedimiento que muestra claramente el espíritu de la obra y su principal valor: la libertad creativa visual de Maroto para recrear remotos mundos de ensueño y barbarie. 

Leyendo Wolff se nota ese talante un tanto "anárquico" de la narración sin que ello sea un problema. Principalmente porque el lector ve secuestrada su atención por las maravillosas escenas gráficas salidas de la tinta de Maroto. El argumento, que es bien sencillo, se acaba convirtiendo en una suerte de excusa o motivo con el que hilvanar las fantásticas imágenes, lo cual no significa que la historia carezca de sentido y dramatismo.

Los diálogos y textos de apoyo, pese a la sencillez argumental, están bien escritos y reproducen ese estilo barroco característico de las novelas de Howard y los cultivadores del género. Además, ayudan a reforzar la atmósfera lograda por el dibujo y a orientar al lector en el argumento, explicándole en algunos casos lo que acontece. En nada que uno se fija se da cuenta que abundan más este tipo de textos funcionales literarios, de voz en off, que los diálogos propiamente dichos. Y es que se  percibe claramente esa orientación literaria del cómic y el procedimiento de trabajo del que es fruto.




Otro de los aspectos llamativos, y también propios del género, es que a excepción del personaje protagonista nadie está verdaderamente a salvo en estas historias. La muerte asoma por todas partes para los personajes secundarios, con los que no se tiene ninguna piedad. 

Cuando uno lee una narración de este tipo, y más si se trata de un saga, sabe que por muchos que sean los  peligros que acechen y flirteen con el protagonista éste acabará superándolos. Es lo que se espera y tácitamente se acepta. Da igual el saber de antemano que lo conseguirá porque lo que prima es disfrutar con la superación en si misma, con la forma y las imágenes que esta lucha con el peligro posibilitan, con el espectáculo de la acción y la aventura. Sin embargo, eso no significa que los personajes más "prescindibles" puedan acogerse a esta regla, ya que todos ellos constituyen una apreciable posibilidad para reforzar esa idea de mundo bárbaro, despiadado y crudo. Una realidad darwinista en su más primitiva formulación, en la que únicamente el más fuerte sobrevive. 




Maroto en Wolff comenzó a trabajar su estilo dentro del género. Su base es realista, siguiendo la estela de Frazetta, Raymond, Foster y algunos otros, pero supo darle la suficiente flexibilidad para adaptarla a la riqueza inventiva que requiere el fantástico. Y ello no significa únicamente dibujar calaveras, criaturas y mujeres de ensueño. No. También significa crear unas planchas ingeniosas desde el punto de vista de la composición, donde la imaginación y la magia  transpiren desde el papel, y donde la realidad solo sirve de base desde  la que edificar fantasías. 

Pienso que Maroto entendió eso a la perfección, ejecutándolo por si fuera poco con plena maestría. 

A lo largo de todo el integral, y no sólo hablo de Wolff,  va modulando su trabajo de tal manera que al finalizarlo uno cree haber asistido a una magistral clase de las inmensas posibilidades del blanco y negro. Los recursos de Maroto son tan amplios en este sentido que sólo puedo conminaros a que lo comprobéis por vosotros mismos. 

Cierto es que el bestiario de criaturas por él creadas no son especialmente ingeniosas desde el punto de vista del diseño ( muchas de ellas recuerdan dinosaurios o iguanas), pero lo solventa con la creatividad de sus composiciones.




El segundo protagonista del integral es Dax, un bárbaro en este caso rubio, con un toque más refinado que Wolff pero que sigue respondiendo totalmente a las señas e idiosincrasias de este tipo de personajes. 

Personalmente Dax, y aún con lo que me ha gustado Wolff, supone una evolución positiva de Maroto en el género. Visualmente sus páginas parecen más detalladas,  más refinadas,  menos toscas, que las de su antecesor.




A nivel argumental también la mejora es apreciable, ya que pese a su carácter deslavazado las historias de Dax son más ingeniosas, más ricas en matices y referencias. Son episodios autoconclusivos en los que Maroto en pocas páginas explota  buenas ideas, sacándoles  todo el jugo desde el aspecto visual pero también narrativo. Son historias atmosféricas, sencillas, pero impactantes. En muchas de ellas juega con referentes clásicos de la cultura mediterránea, a los que les sabe dar un nuevo rumbo sin perder su atractivo y encanto original. De hecho, a mi parecer consigue una cosa muy propia de la ilustración, que es convidar a la imaginación. Con sus historias simples, pero henchidas de magnetismo, y sus sugerentes dibujos, Maroto empuja a la ensoñación, a la fantasía sin trabas. Después de leer una de sus historias, ya con el argumento concluso, uno puede remirarlas y dejar vagar sus sentidos únicamente por sus poderosas imágenes en busca de nuevos rumbos. Me explico. Muchas veces miramos ilustraciones, sobretodo en las portadas de los libros, que avivan nuestra fantasía y que en realidad poco tienen que ver originariamente con el contenido. En el género de la Espada y Brujería, por ejemplo, cantidad de portadas de autores que no tenían nada que ver con el contenido se han aprovechado como cebo para el posible comprador. Con ello me vengo a referir, que son ilustraciones, con una imaginería visual tan potente que uno puede encajarlas como escenas de un montón de argumentos. Cuando somos niños es muy habitual recrearse en este tipo de imágenes, desprendidas de un argumento claro, para dejar vagar nuestra mente en busca de una historia para ella. A eso me vengo a referir. Con las ilustraciones de Maroto uno vuelve a participar de ese juego recreativo, que va más allá del propio argumento.  




Un aspecto que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho de las aventuras de Dax es que todas ellas vienen introducidas por unas breves y climáticas palabras sobre fondo negro, a modo de poema, que  enlazan  con el sentido de la historia a la que preceden.  Un detalle de calidad enraizado directamente con ese género barroco y mítico de la Espada y Brujería. 

Y una curiosidad para los amantes de Lovecraft y sus mitos de Cthulhu. En la página 110, dentro de una de las aventuras de Dax, la bruja lanza un hechizo que suena así: "!!..ia cthulhu...fhta´gn yogsothoth.ia!!"

Sin duda la etapa de Dax es con diferencia la que más me ha gustado de las tres. Por algo es la más exitosa y recordada.



Por último el integral nos ofrece las aventuras de Korsar, otro bárbaro moreno similar a Wolff, al que encontramos preso en unas lúgubres mazmorras esperando la muerte. Pero su suerte cambia cuando recibe la visita de Sayda, una escultural belleza que es ofrecida como último placer para los reos. De la alianza de ambos surgirá la posibilidad de huir y correr unas cuantas aventuras.

Korsar fue creado para la revista alemana "Pip", por petición expresa de su editor Rolf Kauka, con unas señas más eróticas incluso que las de sus antecesores. En sus aventuras se retrata un mundo que se mueve esencialmente por las fuerzas de la violencia y el deseo sexual. El protagonista llegará a depender, para escapar de las peligrosas situaciones en que se ve envuelto, de sus artes amatorias tanto como de su habilidad para la lucha. Y es que uno de los elementos clave que no podían faltar en este tipo de género, y que se halla presente en las tres sagas del integral,  aunque en diferente medida, es el erotismo. Todas estas historias de Maroto rezuman sensualidad y libido. Solo hay que ver la belleza y esbeltez de cada una de las mujeres, o hembras, porque algunas ni siquiera son humanas, con las que deleita al público masculino. Además es un erotismo del que no están libres ni los brujos ni las criaturas del inframundo, ya que son numerosas las imágenes de beldades envueltas y abrazadas lascivamente por horripilantes y nauseabundas criaturas. Aunque claro está, ellas siempre preferirán rendir sus voluptuosos favores a los apuestos y esculturales bárbaros protagonistas, incluso en aquellos casos en que las consecuencias  les acaben pesando.

Maroto, como no,  aprovecha esas circunstancias para demostrar su gran dominio de las formas anatómicas, ya sean de hombre o mujer. Unas formas a las que sabe imprimirle una enorme fuerza y energía en las escenas de acción.




Con el personaje de Korsar, Maroto retoma una estructura de continuidad más similar a la de Wolff , que poco tiene que ver con el carácter fragmentario, de micro-relatos independientes de Dax-Manly.

Otra de las novedades respecto a sus antecesores es  el mundo donde se desarrollan las historias. Las tribulaciones de  Korsar, pese a mantener la estética de Espada y Brujería, parecen tener lugar  en otro planeta y no en una edad remota y barbara de la tierra. Su tono es ligeramente más futurista ya que, por primera vez,  aparecen aeronaves con forma de bajel y astros planetarios  en el cielo de sus viñetas. En ese sentido me ha recordado un poco a Edgar Rice Burroughs y su "John Carter".




En lo gráfico Maroto, una vez más, vuelve a estar sencillamente deslumbrante.  La artisticidad y brillantez de sus planchas hacen comprensible porque  se exponían sus dibujos en galerías de arte, en una época en que éstas estaban vetadas para los autores de cómic. 

Puede que la mayoría de estas historias de Maroto no sean terriblemente originales, ni sus personajes tampoco, pero supo dotarlas a través de su dibujo de una energía, vivacidad, y encanto, que uno rápidamente se olvida de ello, cumpliendo sobradamente en su objetivo de entretener y fascinar.

En cuanto a la edición por parte de EDT, sumar a lo dicho anteriormente, que se agradece el tamaño de la misma para disfrutar plenamente del talento gráfico de Maroto. Es una francamente buena edición en la que, no obstante, he encontrado  que   las páginas 187 y 188 están intercambiadas. Es decir que aunque la numeración es correcta la que debiera ser la plancha 2 de la historia "Dragón" es la 3 y a la inversa. También he detectado, aunque ya no sé de quién sea el error, que en las aventuras de Korsar el nombre de un personaje cambia hasta tres veces (Antina/Atla/Alta). Pero bueno, minucias en un integral realmente delicioso. 




Navegando por youtube he encontrado un fantástico vídeo en el que, al son de la fácilmente reconocible  partitura de Poledouris para Conan, el Barbaro, se muestran algunas preciosas imágenes del trabajo de Maroto en Dax. Aquí os lo dejo para deleitaros la vista y los oídos. 




Tampoco quisiera acabar mi entrada sobre "Espadas y Brujas" sin rendir homenaje a su inspiración original. Como ya dije al comenzar la entrada, en el principio estaba Frank Frazetta. Os dejo también para vuestro disfrute este estupendo vídeo que rinde tributo a su arte montando algunas de sus inolvidables imágenes  con  música de William Kraft.


Y hablando de videos, Frazetta y William Kraft, tampoco quisiera dejar de recomendaros "Tygra: hielo y fuego", la película de animación dirigida por Ralph Bakshi en  1983 con la colaboración de Frazetta ( su música es por cierto la que suena en el vídeo). Película que cuenta con un sencillo y eficiente guión de género por parte de  Roy Thomas y Gerry Conway, y que utiliza la técnica del rotoscopio ( imágenes reales sobre las que se dibuja), que luego el mismo Bakshi volvería a utilizar en su atmosférica  versión de "El señor de los Anillos" ( inolvidable la música de Leonard Rosenman).

"Tygra: hielo y fuego" fue en 2003 incluida en la lista de la Online Film Critics Society de mejores películas de animación de todos los tiempos con el puesto 99.

Quiero agradecer  y reconocer desde aquí a los dos creadores de los vídeos que aparecen en esta reseña,  rs3taylor y gutispel, no solo su buen trabajo sino también el haberlos compartido  en la red para disfrute de todos. 


Mi valoración de "Espadas y Brujas":  7'5 (sobre 10)


"Dragón" la versión de Maroto de Sant Jordi

lunes, 22 de octubre de 2012

"EL ESPÍRITU DE LA ILUSTRACIÓN" de Tzvetan Todorov



ISBN: 9788481097269
Género: Ensayo
Editorial: GALAXIA GUTENBERG
Fecha de edición: 2008

Sinopsis editorial:



 Tras la muerte de Dios y el desmembramiento de las utopías, nuestra época parece arrojada a la incertidumbre. Muchos de los esfuerzos intelectuales están destinados en la actualidad a encontrar un marco común sobre el que fundamentar los actos y los discursos. Y la historia nos demuestra que no estamos solos en esta tarea. 

Tzvetan Todorov (galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2008) analiza en este ensayo la vertiente humanista de la Ilustración, un período de agitación y de debate en el que destacan pensadores de la talla de Rousseau, Montaigne, Kant, Voltaire o Diderot.;un momento clave dentro de la historia del pensamiento en Occidente donde se trató de dar forma a cuestiones como la autonomía del hombre, el fin último de nuestra especie, la felicidad o la posibilidad de llegar a establecer postulados universales. Un proyecto intelectual, un esfuerzo de pensamiento crítico que aportó valiosas herramientas y una orientación que sentó las bases para pensar en los problemas de nuestro tiempo con la premisa inexcusable de no aceptar razonamientos simplistas ni verdades dogmáticas.

Tzvetan Todorov

Jareth: EL ESTIMULO DE LA SENCILLEZ


Después de haber concluido el presente libro de Todorov, y haciendo una valoración global de él, creo que es un libro que todo y no ser excelente, ni brillante, si me parece un buen libro. De esos que merecen la pena ser leídos con atención puesto que sus virtudes son bastantes más numerosas que sus defectos, o, siendo más justos con el autor, debiera decir limitaciones o carencias. Además muchas de ellas da la impresión que son claramente asumidas por el pensador en un libro con el objeto de éste; a saber, un libro divulgativo, de aproximación a la crítica filosófica del presente desde el prisma del espíritu ilustrado. Un libro,en definitiva, sencillo, que se puede leer de forma fluida y provechosa, sin apenas dificultades, incluso por aquellos que nunca han experimentado interés por la filosofía más docta o de envergadura. Los ya iniciados en estas singladuras quizás ya tengan conocimiento de muchas de las cosas que aquí se tratan pero, como mínimo, siempre habrá algún aspecto que amplíe su acervo y conocimiento sobre el espíritu y periodo ilustrado. Pero lo más importante es que Todorov expone su disertación sobre el espíritu de la  Ilustración  de  manera estimulante, relacionándolo con la actualidad, y poniendo de manifiesto que lejos de ser un pensamiento anacrónico y tan sólo de interés para los historiadores del pensamiento, tiene mucho que decir sobre nuestra contemporaneidad. Su libro no tan sólo explica los orígenes de ciertos esquemas de pensamientos actuales sino también ofrece alternativas interesantes a los mismos. 





Resumiendo. Un libro breve, didáctico, y estimulante, que si bien a aquel ya muy relacionado con la Ilustración y el pensamiento crítico probablemente le sepa a poco, sí aprovechará a la mayoría de lectores.


A criticarle, sobretodo, (seguramente por razones del propio Todorov de no querer alargarlo infinitamente, arriesgándose a romper con la sencillez y linealidad de su exposición ) su falta de calado en algunos capítulos y pasajes, donde se pasa a exponer ciertos principios y conclusiones como si de máximas incuestionables se trataran, pero sin en contrapartida poner de relevancia una crítica profunda a los mismos; como si esas conclusiones, con las que el autor manifiestamente comulga, no conocieran contra-argumentos a su solidez, que los tienen y no pocos. Algo difícil de perdonar en un libro filosófico, pero bueno... alguna carencia debía tener.


 
Mi valoración: 6'5 ( sobre 10 )


jueves, 18 de octubre de 2012

"COSMIC ODYSSEY" de Jim Starlin y Mike Mignola



ISBN/ASIN: 8496325334
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de publicación: 1988
Fecha de edición: 2004


Jareth: UN DRAMA DE ESCALA CÓSMICA

En 1988 dos grandes talentos del cómic de super-héroes combinaron sus esfuerzos, bajo el sello de DC,  para realizar una  saga de implicaciones cósmicas que, en la línea de los mejores crossover, reúne a un buen puñado de personajes de primera línea del panorama super-heroico. Estos dos talentos son Jim Starlin y Mike Mignola, y algunos de los personajes son Superman, Batman, Green Lantern, el detective marciano, Orion y Darkseid entre otros.

El experto en lides galácticas, Jim Starlin, autor de genialidades como "Dreadstar" o "La muerte del  Capitán Marvel" se dedicó para la ocasión únicamente a guionizar la historia, dejando el apartado visual en manos del irrepetible Mike Mignola, en una colaboración de la que  difícilmente no podía salir algo bueno.



"Cosmic Odyssey" retoma a los poderosos personajes que Jack Kirby creara en su mítico  "Cuarto Mundo". Pero, esta vez, lejos de continuar con su interminable guerra fratricida,   los señores de Apokolips y Nueva Génesis deberán reunir sus fuerzas para enfrentarse a una antiquísima fuerza que amenaza con destruir todo el universo. Esa misteriosa fuerza es la Ecuación Antivida, la antítesis de todo lo creado, que vuelve a estar activa después de que  Metron, en su infatigable búsqueda de conocimiento,  le diera accidentalmente la posibilidad de volver a nuestra realidad. Evidentemente,  no estarán solos en esta aventura de escala interplanetaria si no que serán ayudados por algunos campeones de la Tierra, cuidadosamente seleccionados por el artífice del plan para derrotar a la Antivida, que no es otro que el  siniestro Darkseid.



 Pese a la magnitud y proporción de la aventura, el elemento clave del guión de Starlin estriba en dar  un  peso significativo a  las escenas donde se manifiesta la personalidad de los personajes y la relación habida entre ellos. En ese sentido,  el autor de Dreadstar busca ganar al lector con un hábil combinado de épica y dramatismo donde al espectáculo propio del universo super-heroico, o sea la pura acción, se le une una carga dramática y emocional nada despreciable. Y la verdad es que lo consigue ya que "Cosmic Odyssey"  tiene buenas escenas en ambos sentidos.



Starlin utiliza con habilidad algunos recursos ya clásicos de este tipo de historias. Por ejemplo, el amplio elenco de protagonistas tendrá que dividir sus fuerzas en binomios para afrontar las misiones, con lo que consigue, intercambiando escenas de unos y otros, imprimir un mayor ritmo y dinamismo a la narración, al tiempo que construye un adecuado climax de cara a la resolución final. 



La importancia que Starlin da a la faceta más introspectiva y psicológica se hace patente ya desde las primeras páginas. El cómic comienza con el ataque de un escuadrón de monstruos de Apokolips a la ciudad de Gotham que  fracasa  con la rápida intervención de Superman y Lightray. Pero uno de los monstruos se ha quedado rezagado en la huida y no tiene forma de regresar a su planeta. Starlin, con ayuda del sensacional dibujo de Mignola, nos coloca rápidamente en la posición del  atemorizado ser que  vaga desolado por las calles de Gothan, suplicando a su dios, Darkseid, que se apiade de él. Esta humanización que podría parecer anecdótica, cobra sentido cuando se compara con la  inhumanidad y frialdad que transmiten algunos de los "buenos" como Orion. Por cierto, que su aventura y desencuentros con Superman regalan algunas de las mejores escenas del tebeo.

A todo ello, se le suma también ciertas dosis de intriga que vendrán de la mano de los dos personajes más astutos del tebeo, Darkseid y, por supuesto, Batman, que acostumbran a tener un as en la manga con el que sorprender al resto.



Un aspecto que me ha llamado favorablemente la atención es que Starlin da un severo varapalo a algunos de los personajes más poderosos en favor de los que lo son menos, que finalmente serán los que se revelarán como  fundamentales para el éxito, con la  excepción del siempre impecable Superman, ¡faltaría más! El guión, en ese sentido, no está exento de cierto tono moralizador, que en ningún momento está fuera de lugar sino que se integra a la perfección dentro de la propia aventura y la idiosincrasia de cada uno de los personajes. Y que nadie vaya a equivocarse. Esa faceta moralizadora no impide que Starlin sea tan crudo como acostumbra, ¡que por algo fue el tío que se cargó al Capitán Marvel con un cáncer!


Pero, dejando ya a un lado el guión,  si hay algo verdaderamente destacado en "Cosmic Odyssey" es el formidable trabajo gráfico de Mike Mignola, que con su característico estilo anguloso y minimalista consigue convertir cada página en un deleite para la vista. Su asombrosa capacidad para el tratamiento de las sombras y para llenar de vida una viñeta con cuatro elementos queda una vez más patente. Sin duda, el guión de Starlin encuentra en sus dinámicas ilustraciones el complemento perfecto.  Tampoco quisiera olvidarme de destacar el soberbio color a cargo del multipremiado Steve Oliff, que una vez vuelve a estar plenamente acertado.



Resumiendo, puede que "Cosmic Odyssey" no tenga el calado, ambición y resonancia de "Crisis en Tierras Infinitas" pero es un más que buen cómic de super-héroes, con el que no dudo que los amantes de este tipo de género pasarán un rato estupendo y del que habrá escenas que seguro no olvidarán  fácilmente. 


Mi valoración: 7'5 ( sobre 10 )


lunes, 15 de octubre de 2012

"ZAYA ( TOMO 1 )" de Huang Jia Wei y Morvan


ISBN/ASIN: 9788415153658
Editorial: DIÁBOLO EDICIONES
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 80



Jareth: MANHUA Y CYBERPUNK

El pasado mes aterrizó en nuestro país, de la mano de Diábolo Ediciones, el primer tomo de "Zaya", una saga venida del país vecino pero con claras influencias asiáticas. De hecho, uno de sus autores, el chino Huang Jia Wei, se autodefine como dibujante de manhua, lo que viene siendo el manga pero para los chinos.

 "Zaya" es un cómic que  bebe directamente del subgénero de la ciencia-ficción acuñado allá por los ochenta como cyberpunk.  La historia que, al menos en esta primera entrega es bien sencilla, se desarrolla en un futuro salpicado de referencias retros, en el que la tecnología es omnipresente. Un futuro de naves espaciales, vehículos voladores,  implantes tecnológicos, inteligencias artificiales y toda la parafernalia característica de este tipo de subgénero.



Zaya, la protagonista, es una bella y escultural  joven que se dedica a la holo-escultura (esculturas a partir de hologramas) y que vive feliz en compañía de sus dos hijas y su hermana Carmen. Pero un buen día, su calma y plácida vida familiar se ve sacudida cuando recibe un aviso de que la Espiral, una organización de asesinos de la que ella fue miembro, reclama su ayuda. Al parecer alguien ha estado eliminando a miembros de la organización y se la requiere para que colabore en la operación para dar fin a esa situación.




Como podéis ver nada muy original a nivel argumental. Al menos hasta el momento. La clásica historia del miembro retirado de una organización, que acostumbra a ser el mejor, y que tiene que volver  a su antiguo oficio, muy a su pesar, para realizar la que se supone su  misión definitiva (  que también acostumbra a ser la más peligrosa). Y es que  la primera parte de este primer tomo básicamente se limita a introducirnos en la trama de asesinatos y a presentarnos , con morosidad y sin prisas, al personaje de Zaya en diversos momentos de su cotidianidad. Un personaje que tampoco va más allá del estereotipo del argumento.

Jean David Morvan, que es consciente de la importancia de la acción en este tipo de historias, regala a su compañero de viaje, el chino Huang Jia Wei, dos extensas escenas de acción donde puede desplegar, y despliega, todo su talento para este tipo de secuencias. En ellas asistimos a las espectaculares ejecuciones de miembros de Espiral por parte de un misterioso asesino que se oculta tras una imponente armadura de combate.



"Zaya", el cómic, juega así con eficacia, ya en sus primeros compases, con la equilibrada intercalación de escenas intimistas y lentas con otras frenéticas y violentas, buscando mantener sujeta la atención del lector en todo momento.  Algo que consigue, en gran medida,  merced a la habilidad narrativa y gráfica de su dibujante.

Y es que si hay algo que haga distinto e interesante a "Zaya" es su espectacular y cuidada faceta visual. Un dibujo con claras influencias manga, sobretodo en los rostros de los personajes y en el diseño de los artefactos tecnológicos, pero que, sin embargo, posee algunos rasgos de personalidad propios que lo dotan de un atractivo extra. Las viñetas de Huang Jia Wei rebosan grafito hasta el punto que algunas imágenes son algo confusas o enmarañadas en los detalles. El color, directamente acuarela sobre lápiz, se mueve en gamas de grises, tonos pastel, y en definitiva toda una apagada paleta cromática que le confiere un conseguido toque noir muy en la línea de lo narrado.




Una de las ventajas de la cuidada edición de Diábolo es su gran tamaño que permite disfrutar en toda su plenitud del vistoso arte de este artista chino, que seguro se va a labrar un camino en el circuito europeo de cómic afín a este estilo.

De hecho, hay noticias en ese sentido ya que la serie parece haber tenido bastante éxito en Francia con sus dos primeros números.




La segunda parte del presente tomo se centra en una Zaya ya en su rol de agente de la Espiral, que se dirige hacia el lugar de su misión en una nave. Morvan aprovecha  el viaje para presentarnos a dos personajes, que previsíblemente tendrán importancia en futuros acontecimientos, y que son Naqague, un destacado miembro de la organización asesina, y Shippay, un hacker desertor  de la misma que brinda su ayuda a la protagonista. También conocemos a la rebautizada Lia, la inteligencia artificial de la nave, que Zaya tendrá a bien formatear para ocultar su posición y que recogerá uno de los pocos momentos humorísticos y distendidos de la narración. 




El final del primer tomo nos deja a las puertas de Estrella de Mar el planeta turístico que ofrece reposo y actividades acuáticas para sus visitantes, y en el que al parecer también se encuentra ya el misterioso asesino de la armadura.

No sé. Habrá que esperar a ver que rumbo toma la serie en el segundo tomo para confirmar si únicamente nos encontramos ante  otra de esas historias típicas al tiempo que entretenidas, que encuentra su principal sostén en una atractiva propuesta gráfica, o por el contrario va a haber algo más. 

Mi valoración: 6'5 ( sobre 10 )



jueves, 11 de octubre de 2012

"FREDDY LOMBARD: VACACIONES EN BUDAPEST y F52" de Chaland y Lepennetier



Jareth: A VUELTAS CON FREDDY LOMBARD


Recientemente hice una reseña en la que hablaba de "El Cometa de Cartago" de Chaland y Lepennetier (Yann), en la que someramente también hablaba de los dos álbums que le precedían en la serie de Freddy Lombard, y que son "El testamento de Godofredo de Bouillon" y "El cementerio de elefantes". La impresión general que me dejó el primer tomo recopilatorio de Glénat, que abarca los tres álbums citados,  fue realmente buena así que cómo no continuar con el segundo, que contiene los dos álbums de los que hablaré hoy.  Desgraciadamente "Vacaciones en Budapest" y "F52" son los dos últimos álbums de Chaland sobre el personaje. Y digo desgraciadamente por más de una razón, siendo la principal  que el artista de Lyon, como ya comenté, falleció en un accidente de coche. La otra razón por la que digo desgraciadamente es porque habiéndolos leídos ya todos no puedo más que decir que el cómic Europeo perdió con él uno de sus grandes talentos que, con toda probabilidad a tenor de su legado, nos hubiera dado muchas más alegrías en forma de estupendas obras. Pero como ya dije también anteriormente no nos queda otra que disfrutar de lo que sí dio a luz. 




Después del críptico y transgresor "El cometa de Cartago", Chaland, que continua trabajando con Lepennetier en los guiones, nos entrega el más accesible pero en absoluto convencional " Vacaciones en Budapest"

El albúm se inicia, como no podía ser de otra forma dado el título, con una bella e idílica estampa estival  cargada de luz y colorido. Pero el lugar no es Budapest sino Véneto, en el noreste de Italia. Aunque la historia se sitúa en verano del 56 alguien recita  unas palabras en latín. Es Dina, la amiga de Freddy y Sweep, que ejerce de institutriz de un descentrado joven húngaro llamado Laszlo, mientras  sus dos amigos se encuentran no muy lejos reparando su coche.  

En esta ocasión la aventura se inicia cuando el joven Laszlo, que desea volver a su país, se fuga con la ayuda de Freddy y Sweet, que, por supuesto, esperan sacar tajada del asunto. Con esa intención emprenden el viaje en coche hasta Hungría, que se encuentra bajo el dominio soviético del comunismo, dejando "colgada" a Dina.




"Vacaciones en Budapest" es un gran cómic donde Chaland y Lepennetier  ofrecen una historia con significativas dosis de  política,  humor, tensión, emociones y, por supuesto,  aventura. El humor alcanza en éste álbum sus cotas más elevadas dentro de la serie, de forma, a mi gusto, muy superior a las anteriores. Es un humor, eso sí, singular, negro en muchas ocasiones, que convida a la sonrisa en situaciones en absoluto hilarantes.  Y es que éste álbum alumbra una realidad histórica y humana poco amable, con escenas realmente impactantes y terribles.

El sexo también tiene cabida en "Vacaciones en Budapest", de una forma adulta pero al tiempo muy divertida. Su integración dentro de la trama está perfectamente construida, regalando  al lector algunas escenas verdaderamente inolvidables. 




Con "Vacaciones en Budapest" Chaland y Lepennentier dan un paso de gigante en la serie, bien distinto a la maravillosa rareza de "El cometa de Cartago". Los personajes protagonistas  se encuentran mucho mejor definidos en sus rasgos de personalidad y ello contribuye de forma sustancial a la historia que se nos cuenta. Por otro lado, las distancias respecto a sus precedentes y referentes ( Hergé, Franquin, etc...) son ya muy grandes y están perfectamente consolidadas. Chaland y Lepennetier consiguen así que Freddy Lombard tenga un sabor único, singular, y especial que lo hace distinto a los otros, independientemente de que guste más o menos. Vamos, que es lo que se dice una obra de autor, en este caso autores, ya que me parece justo reconocer la labor de Lepennetier. Y es que la serie de Freddy Lombard, ya desde sus inicios, aparece como una heredera, atípica y con progresión, de los cómics juveniles franco-belgas. Una progresión que va cumpliendo álbum tras álbum quedando ya muy lejos del cómic juvenil y entrando directamente en el cómic para adultos, que, no obstante, en muchas cosas gustan de las formas de los niños.  



Cuando uno lee "Vacaciones en Budapest" enseguida le llama la atención la audacia del álbum, su abierta ruptura con las convenciones del género. Por ejemplo, es imposible imaginar a Tintin o Spirou en situaciones como las que viven Freddy Lombard y sus amigos, al menos de la forma como están tratadas. La crudeza y sexualidad subyacentes en esta obra está claro que no tenían lugar en sus homónimos juveniles. Tampoco la supresión del socorrido cliché de "buenos" y "malos", en aras de unos matices más complejos, esquivos y humanos, donde todos tienen cosas buenas y malas, y razones para ser de tal o cual manera. Todas estas diferencias, respecto a los clásicos, no significa que sea mejor o peor que éstos, si no sencillamente diferente.  Es por eso que Freddy Lombard supone  un  soplo de aire fresco en una tradición consolidada. 

Aún así, es evidente, que Freddy Lombard no existiría sin sus predecesores, algo que Chaland no oculta como tampoco oculta sus esfuerzos por hacerse su propio lugar en la historia del tebeo. Algo que, a mi parecer,  consigue con todos los honores. 




Mención destacadísima merece una vez más el dibujo. Un dibujo elegante, sofisticado, de virtuosas líneas, que eleva la línea clara a una nueva cumbre. Un dibujo que encuentra la perfección cuando se  completa con  el color de ensueño obra de Isabelle Beaumenay-Joannet, que  trabajó también para Moebius en su Incal.

Por si fuera poco, el final del álbum no tiene desperdicio. Todo un canto a la esperanza y a la fortaleza del humor, incluso en los contextos que le son menos propicios. 




Con todo este maravilloso y prometedor bagaje llegué a "F.52", y he de confesar que lo hice con algo de miedo. Me explico. Por un lado, tenía miedo que estuviera a altura de los dos álbums que lo precedían, e incluso más, con lo cual me iba doler aún más finalizarlo, con la clara consciencia de que ya no iba a tener más continuidad. Pero por el otro, tenía miedo de que esta última obra de Freddy Lombard no estuviera a la destacada altura que había ido cobrando la serie y que ello me llevara a cuestionar su ininterrumpida progresión, a empañar la que sabía despedida de mi ya admirado Freddy Lombard de Chaland. Cosas que tiene el leer la que se sabe la última obra de un  estimado personaje y su brillante creador.




Una vez leído "F.52"  he de decir que de nuevo la capacidad de Chaland y Lepennetier parar sorprenderme gratamente no tiene límites.  Se cumple así una de las opciones que barajaba antes, y es que la despedida de Chaland, en este último álbum, es de esas que invitan a soñar de forma muy sólida con qué otras joyas nos podría haber regalado este maestro del cómic, de no haber fallecido prematuramente.

"F52" vuelve a ser un álbum especial e irrepetible, como si alguno de Chaland no lo fuera. 




La historia se inicia, de nuevo, con una colorida y evocadora viñeta que nos conduce para la ocasión al aeropuerto de París. Un trío de niños observan desde el otro lado del vallado la inauguración del primer vuelo del nuevo avión transcontinental de pasajeros, el F52.

Todo está dispuesto para el viaje inaugural pero al jefe de personal le faltan los tres nuevos empleados que contrató el día anterior. Como no, son nuestros ya apreciados Freddy, Dina, y Sweet. Chaland los sitúa, una vez más, tirados por un problema con el coche. En este caso una rueda pinchada. Pero si algo tiene este grupo son recursos  y no me refiero a económicos como ya sabéis. Aún con el inconveniente, llegarán a  tiempo de coger el vuelo y darnos una aventura verdaderamente memorable. Puede que la mejor de las suyas, aunque ya me es muy difícil tener que pronunciarme en ese sentido.




En "F52", Chaland, nos entrega algunas de sus viñetas más bellas y estilizadas. Por ejemplo, son una auténtica gozada todas y cada una de  las ilustraciones del futurista F52. Tanto que no he podido evitar sentirme como uno de esos niños que lo observa admirado desde el otro lado del vallado,  en mi caso al otro lado del papel.  Y, bueno, no hablemos de las escenas en el interior del avión a lo largo del trayecto. Sencillamente asombrosa la capacidad no sólo narrativa y atmosférica del francés, si no también su capacidad para seducir con su límpidas e impecables imágenes.

De nuevo, la composición de sus páginas y viñetas, y sus atinadas perspectivas, vuelven a demostrar un gusto exquisito. Un savoir faire al alcance de muy, muy poquitos.




Por otro lado, el acompañamiento del color vuelve a ser inmejorable e imprescindible. La vivacidad de cada uno de los colores y su perfecta combinación con cada una de las imágenes raya a la excelencia del resto de apartados.

Del guión, obra conjunta de Chaland y Lepennetier ( Yann), tampoco se puede hablar otra cosa más que maravillas. 

Incluso llegan a  hacer un uso del recurso cinematográfico Mc Guffin brillantísimo, en la mejor línea del mago del suspense y su "Con la muerte en los talones". Si no véase toda la historia del espía ruso y sus zapatos.

El humor, de nuevo, vuelve a cocinarse y servirse en su justo punto, equilibrado, sin estropear el resto del menú que nos ofrecen estos dos artistazos. Un menú que incluye buenas dosis de tensión, dramatismo y emoción.




Una vez más, me ha vuelto a sorprender el espíritu de novedad y atrevimiento de la serie. Por ejemplo, el que en determinados momentos planee con habilidad sobre  temas delicados como la pederastia, el acoso sexual en el trabajo o el síndrome de Down es algo que nunca me hubiera esperado en un cómic de sus "supuestas" características. Y es que no me cansaré de repetirlo, Freddy Lombard no es un cómic juvenil.

La historia de "F52" está llena de ingeniosas  y memorables escenas, pero también de inolvidables personajes. Por ejemplo, la pareja de amargados e insoportables ricachones que desprecian a su hija por su deficiencia, hasta el punto de querer cambiarla por otra, me parecen dos de los "malos" más conseguidos de los que llevo vistos en un cómic.  Además, son terriblemente humanos, en la peor de las acepciones del término.  Su verosimilitud es tal que son  terriblemente espeluznantes. 




Está claro que no os voy a desvelar más sobre este insuperable broche a la serie de Freddy Lombard, pero estoy convencido de que si lo leéis no vais a olvidar su final en mucho tiempo. Tampoco su desarrollo.


Mi valoración media de ambos álbunes: 9 ( sobre 10)