ISBN/ASIN: 9789898355157
Editorial: CALDAS
Fecha de edición: 2014
Número de páginas: 80
Jareth opina...
Es evidente que Tarzán es uno de los personajes más conocidos y célebres dentro de la cultura occidental del siglo XX ¿ Conocéis a alguien que no tenga ni la más leve idea de quién es ?. Yo creo que no. Su popularidad goza de tal salud que llega fresca hasta nuestros días, pese a la cantidad de años pasados desde que apareciera por vez primera en el número de octubre de 1912 de la revista pulp All Story Magazine. Una muestra de ello es su nueva adaptación a la gran pantalla a cargo de David Yates. No obstante, su creador fue otro: el escritor norteamericano Edgar Rice Burroughs, que dedicó varias historias y un ciclo novelas a su célebre personaje .
A partir de ahí seguir el rastro de Tarzán a lo largo del tiempo y de su trayectoria en la literatura, el cómic, y el cine es una tarea extensa que queda fuera del objeto de este comentario. De lo que sí os voy a hablar aquí sucintamente es de su andadura en el cómic y más concrétamente de una de sus versiones: la del flamante Russ Manning.
Varios han sido los que han llevado al musculoso lord Greystoke al noveno arte pero sin duda los más destacados han sido Harold Foster, Burne Hogarth, Joe Kubert y, por supuesto, Russ Manning. El decidir cual de ellos lo hizo de manera más fiel o notoria ya es otro debate que, una vez más, se aleja del objeto de mi comentario, que no es otro que el de presentaros y recomendaros el de Manning. Os sitúo un poco. Tras el estupendo trabajo de Harold Foster, que se inició en 1929, y posteriormente el de Burne Hogarth, que tomó su relevo en 1936, llegó en 1967 Russ Manning. Es importante mencionar que el formato original de las adaptaciones de estos tres autores no es otro que el de tiras de prensa, es decir, que fueron pensadas y concebidas para aparecer en los diarios de le época lo cual ha sido tenido perfectamente en cuenta en la edición que hoy os propongo.
A partir de ahí seguir el rastro de Tarzán a lo largo del tiempo y de su trayectoria en la literatura, el cómic, y el cine es una tarea extensa que queda fuera del objeto de este comentario. De lo que sí os voy a hablar aquí sucintamente es de su andadura en el cómic y más concrétamente de una de sus versiones: la del flamante Russ Manning.
Varios han sido los que han llevado al musculoso lord Greystoke al noveno arte pero sin duda los más destacados han sido Harold Foster, Burne Hogarth, Joe Kubert y, por supuesto, Russ Manning. El decidir cual de ellos lo hizo de manera más fiel o notoria ya es otro debate que, una vez más, se aleja del objeto de mi comentario, que no es otro que el de presentaros y recomendaros el de Manning. Os sitúo un poco. Tras el estupendo trabajo de Harold Foster, que se inició en 1929, y posteriormente el de Burne Hogarth, que tomó su relevo en 1936, llegó en 1967 Russ Manning. Es importante mencionar que el formato original de las adaptaciones de estos tres autores no es otro que el de tiras de prensa, es decir, que fueron pensadas y concebidas para aparecer en los diarios de le época lo cual ha sido tenido perfectamente en cuenta en la edición que hoy os propongo.
No obstante antes de su trabajo en las tiras de prensa Manning ya había adaptado varias de las novelas de Burroughs al cómic book. Y lo había hecho con mucho tino, demostrando una gran capacidad de síntesis y fidelidad respecto al material de partida. Eso fue precisamente lo primero que leí de su trabajo y he de decir que me encantó. Esas adaptaciones están recogidas, al menos la edición que yo tengo, en un volumen de Clásicos del cómic que regalaban con un diario. A continuación os pongo la imagen de su portada por si tuvierais la suerte de encontrarla por ahí.
Con posterioridad ya vendría su aportación en las tiras diarias, con la destacada novedad de que esas historias ya sí son completamente originales, al no partir directamente de las novelas de Burroughs. Y suerte la mía ya que, tras ese primer encuentro con el Tarzán de Manning, descubrí que el editor Manuel Caldas estaba publicando todo ese material. De hecho aún sigue en ello. Hasta la fecha ha publicado dos tomos de las tiras diarias, que son en blanco y negro y de las que hablaré a continuación, y dos de las tiras dominicales que son a color, respetando así ambas ediciones el color original en el que fueron publicadas. Mi suerte fue mayor aún al tener entre mis manos esta edición y poder contemplar el excelente trabajo de Caldas. La suya es una edición realmente impecable en todos lo sentidos: los volúmenes están perfectamente introducidos, con artículos interesantes e informados; poseen una calidad de reproducción y restauración espléndida que permite disfrutar al máximo ese material; el papel es bueno y el formato, que tiene forma de cuadernillo rectangular, es muy cómodo de leer dada su no rigidez. La traducción corre a cargo de Rafael Marín, lo cual es otra garantía de calidad. Vamos, que como edición definitiva pocas o ninguna pega se le puede poner.
Por lo que respecta ya al cómic propiamente dicho, los dos primeros tomos de las tiras diarias, que son los que he leído, ofrecen un sinnúmero de estupendas aventuras que llevaran a Tarzán no sólo a enfrentarse a animales de la jungla o a guerreros aborígenes sino también a explorar remotas y fabulosas civilizaciones. El Tarzán de Manning apuesta de esta forma no por el Tarzán simplemente colonial, ni siquiera por el estrictamente realista, sino por un Tarzán fuertemente vinculado a lo fantástico y maravilloso. Tenemos así que Tarzán visitará legendarias tierras donde cohabitan criaturas prehistóricas y exóticas razas humanoides ofreciendo al lector un espectáculo de primer orden y que no ofrece resuello. Francamente, me ha parecido un tebeo la mar de entretenido. Pero no solo eso. Otro de los aspectos a destacar del guión de este Tarzán es lo bien retratados que están todos sus personajes, tanto los principales como los secundarios, sin que ello en ningún momento suponga un lastre para su clara vocación aventurera. Más bien al contrario, ello se convierte en uno de sus ingredientes más descollantes y principal motor de acción. Me han encantado sobretodo los personajes femeninos que aparecen y que hábil pero sutilmente sortean la mediocridad habitual de los personajes de tebeos de género. Y es que las mujeres en este Tarzán de Manning son realmente inolvidables; fascinantes tanto por su belleza como por su carácter y relieve psicológico.
También es un acierto del guión de Manning el repartir el protagonismo de las historias entre Tarzán y su hijo Korak, nacido fruto de su relación con Jane. Con ello logra dotar la narración de una mayor riqueza y de unos cambios de perspectiva a mi juicio positivos que mantienen más enganchado, si cabe, al lector.
Y ya encabezando esta preciosa obra nos topamos de narices con uno de sus puntos más fuertes y obvios: el maravilloso dibujo de Manning. Un dibujo clásico, elegante, fino, de limpio y majestuoso trazo, que sienta a la perfección al señor de la jungla. Viendo dibujos de Tarzán de otros autores creo que nunca ha sido representado con el porte y señorío con que lo hizo Manning. Además sus figuras rebosan dinamismo y soltura, centrándose más en ellas que en los fondos, lo que no quita que las envuelva en maravillosas localizaciones. Y todo eso para un cómic de aventuras y acción es agua bendita.
En resumidas cuentas con estas tiras diarias estamos, si no ante el mejor, lo que se me antoja muy probable que sea, sí ante uno de los mejores tarzanes que ha dado el cómic. Pero sobretodo estamos ante un sensacional cómic de aventuras, presentado en una cuidadosa edición que denota la rendida admiración y respeto de sus artífices por esta joya de los años sesenta.
También os diré, ya para concluir, que no fui de los que se lanzó como un loco a comprarlo cuando supe de él. He de confesar que elevado precio, pese a su magnífico aspecto, siempre me tiraba algo para atrás. Un precio que se entiende dado las condiciones de publicación concretas de su editor. Pero también os diré que ahora que lo tengo y lo he leído no quiero ni pensar en esa nefasta posibilidad de haberlo dejado pasar porque éste es uno de esos clásicos que apasionan y maravillan, de esos que uno goza de revisitar y volver a ojear a menudo, de esos que te despiertan esa indescriptible sensación de disfrutar como un niño...
...un niño con el que espero volverme a reencontrar en las tiras dominicales.
Mi valoración: 8,75
Nota: la reproducción de estas imágenes no tienen la calidad ni formato de la de la edición de Caldas, que es mejor.
TARZÁN por NEAL ADAMS |