ERIC Y LOS JUNIORS ( ERIC CASTEL 1)
Autor: RAYMOND REDING, FRANÇOISE HUGUES
Título original: ERIC ET LES PABLITOS
ISBN: 978849847676
Género: Cómic
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de publicación: 1979
Fecha de edición: 2009
Número de páginas: 48
Sinopsis:
El as de la banda, el crac del fútbol, el rey del tiqui-taca ha vuelto. Eric Castel es la nueva estrella que el F.C. Barcelona ha fichado para la próxima temporada. Pero a pesar de sentir el calor de la afición, Eric se siente solo, echa de menos a sus amigos, a su familia. Pero al conocer a un grupito de niños de Tossa de Mar, su vida cambiará y recuperará la ilusión por el fútbol y su toque mágico con el balón. Un cómic en el que el Barça, el fútbol y la ciudad de Barcelona son protagonistas por igual.
Jareth: MUCHO ANTES DE OLIVER Y BENJI
Mucho antes de la serie de Oliver y Benji, los magos del balón, y de otras series niponas que tenían por motivo las andanzas y lances deportivos de un grupo de jóvenes aficionados a algún deporte, en este caso el futbol, estaba Eric Castel.
No sólo un abismo de tiempo separa a uno de otros, si no también de calidad. Pero vayamos por partes.
Eric Castel se presenta por primera vez en la revista alemana Zack en 1974, de la mano de su creador, el guionista Raymond Reding, y del dibujante Françoise Hugues. Pero es en 1979 cuando, en su aparición en el semanario francés Super As, se da a conocer ampliamente dando inicio a la serie que labraría la fama del personaje.
Es evidente que a nivel europeo los cómics de deportes nunca han gozado de mucho éxito, para comprobarlo tan sólo hay que dar un vistazo a cualquier librería especializada o sin especializar de cómics. Y menos aún que merecieran ser reeditados y bien considerados, tanto por los aficionados como por los expertos del mundillo del cómic, como es el caso. En ese sentido Eric Castel supone toda una rareza, una formidable y grata rareza.
El secreto de que aún a día de hoy se siga leyendo a Eric Castel es sobretodo la sencillez de sus historias y planteamientos, completada con la perdurabilidad de sus valores. Eric Castel no tan sólo trata de futbol si no que también es una historia que nos habla de superación, amistad, compromiso, nobleza, trabajo en equipo y de las dificultades de un hombre extranjero para adaptarse a un entorno nuevo. De pasada, sin frenar a la historia principal, como debe ser, se aprecian en él temas sociales. Temas como la pobreza de algunos sectores de la población que ven en los futbolistas una figura a la que admirar, el influjo de estos en los niños, la importancia social de un deporte como el futbol que va incluso más allá de lo deportivo, llegando a lo identitario, los efectos que ejerce una prensa mal informada en aquellos sobre los que se habla y su entorno, etc.
Eric Castel no trata únicamente de futbol si no que lo más interesante de este cómic se da precisamente cuando Castel no está en el terreno de juego. Aún con todo, hay que reconocerle la seriedad y realismo con que se tratan los encuentros. Por ejemplo, el protagonista pierde, empata y gana partidos por igual. No es, por así decirlo, una imagen idealizada de un Barça que siempre gana, siempre juega bien, y siempre es superior a sus rivales. De hecho, en esta primera entrega pierde 2-3 contra el Real Madrid.
El triunfo en la serie de Eric Castel nunca es fácil y no siempre acaba llegando. Ejemplo de ello es que uno de sus sueños es ganar la Copa de Europa y el cómic, fiel a la realidad de la época, no le depara esa satisfacción. Puede que este tratamiento realista haya sido uno de los méritos que ha hecho de él un cómic popular, y no sólo un cómic para incondicionales del Barça.
Como dato destacar que en el mercado francés, epicentro del cómic europeo, sus tiradas se agotaron inmediatamente y aún a día de hoy sigue siendo un personaje recordado con estima por los aficionados a este medio. Pero esto no es lo más importante. Lo más importante es que Eric Castel ofrece un divertimento de primera calidad, con unas historias muy entretenidas y apuntaladas con un dibujo de lujo. Las ilustraciones de Françoise Hugues son verdaderamente admirables. Me han sorprendido muchísimo. No tan sólo se revela un maestro del movimiento y de la representación de figuras humanas si no que el detallado trasfondo que envuelve a éstas es aún si cabe mejor. Sus dibujos por ejemplo del coche de Castel y de los vehículos de por entonces son sensacionales, haciendo las delicias de los aficionados al automovilismo retro. Pero si tengo que quitarme el sombrero es sobretodo ante sus paisajes. Inenarrables sus dibujos de la Barcelona y Cataluña de la época. Uno puede ver a la perfección como eran lugares tan emblemáticos como la Rambla, el hospital de Sant Pau, el parc Güell, o el municipio de Tossa de Mar. El aprovechamiento que de todos ellos hace Hugues en la historia es soberbio.
Pues eso, que aún no siendo muy futbolero, no pienso perderme ni un solo partido de este Eric Castel.
Una pena que probablemente para algunos pese demasiado el hecho de que el cómic esté vinculado a Barcelona y al Barça, porque realmente merece la pena.
Como anécdota mencionar que Eric Castel llegó a ser tan popular en el país vecino, donde el cómic en general tiene una consideración y veneración mayor, que sus autores quisieron premiar al público franco haciendo que Eric Castel, al final de su carrera, acabara fichando por el París St Germain.
Mi valoración: 7 ( sobre 10)
Mi valoración: 7 ( sobre 10)
Ah, esta es una de esas colecciones de Grijalbo contemporaneas a Percevan; la recuerdo sobre todo porque aparecía en los tarjetones de publicidad que venían con cada álbum. Personalmente soy poco futbolero, pero los tebeos de Eric Castel me traen a la cabeza los buenos tiempos de esa época.
ResponderEliminarTe entiendo, Jolan. A mí Eric Castel también me trae recuerdos de otra época y otros cómics. Recientemente, lo volví a leer y descubrí, para mí asombro, un cómic bastante bueno más allá de su contexto futbolístico. El guión es sencillo pero eficiente, de esos que sin ser una maravilla, ni de una originalidad superlativa, consiguen atrapar y entretener al lector de principio a fin.
EliminarEn cuanto al dibujo, creo que ya quedado claro en mi reseña lo mucho que he disfrutado con las ilustraciones de François Hughes. Son realmente buenas. No sé que más cosas habrá dibujado este hombre, seguro que cosas tan sólo publicadas en Francia, pero aquí luce como un campeón de primer orden.
Saludos desde el laberinto, Jolan. Siempre se agradecen tu atención y comentarios a mis reseñas.
Jajajaj! Mítico Eric Castel! Yo siendo Catalán y del Barça, siempre le tuve mogollón de cariño, aunque, como vosotros, tampoco he sido muy futbolero, bueno, tal vez en esa época (70 y pico 80) es cuando más futbolero era... jaja Por cierto, este aún está por casa de mi madre, a mayor placer de mis sobrinos!
ResponderEliminarPrecisamente, Miko-lynn, la edición que yo tengo es la antigua en catalán. La verdad es que como tu señalas Eric Castel era un clásico indiscutible en las casas catalanas de la época. Si no recuerdo mal incluso alguna entidad bancaria regalaba albums de Eric Castel, lo cual hoy día es impensable. Teles, tabletas Ipad, tostadoras, pero cómics!! ...que tiempos aquellos!!
EliminarNo dudo que tus sobrinos se lo pasarán en grande leyendo las aventuras de Castel, como nos lo pasamos nosotros en su momento. Incluso ahora, porque he de decir que para realizar la reseña me lo releí y la verdad es que un cómic que ha aguantado muy bien el paso del tiempo y que tiene aspectos muy logrados y atractivos para cualquier lector de comics.
Saludos desde dentro del laberinto.