domingo, 11 de agosto de 2013

"SOLO.CRÓNICAS SALVAJES" de Raúl Moreno y Oscar Martín.



ISBN/ASIN: 9788493994358
Editorial: OMINIKY EDICIONES
Fecha de publicación: 2012
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 48


Jareth...

" Selección natural. Cuatro vidas chocando en un mismo instante. Cuatro almas con un mismo propósito: no morir en el intento. De esta experiencia solo el más capacitado y mejor adaptado saldrá vencedor".  Este es el escueto pero certero texto que podemos encontrar en la contraportada de "SOLO. CRÓNICAS SALVAJES" y que ejerce de sinopsis en aras de captar la atención del posible lector. Aunque no es tan extensa como otras sinopsis al uso, resume a la perfección lo que ofrece el cómic: una historia, o varias, porque se trata de un relato coral, que se erige principalmente sobre un principio tan antiguo como la vida misma y que no es otro que la selección natural o la ley del más apto. Pero vayamos por partes.

Para quienes no lo sepan Solo es una  antropomórfica rata, creada por el dibujante y guionista Oscar Martín ( "Él", "La hermandad", "El terrorífico mundo de Bobby"...) que vive en un post-apocaliptico mundo, donde cohabitan humanos y una amplia variedad de animales mutantes con rasgos y atributos humanos, y en el que escasea la comida hasta el punto de haber traspasado la atroz barrera que conduce al canibalismo. Es decir, que en el mundo de Solo la vida solo tiene el valor que uno mismo sea capaz de defender con éxito hasta su propia muerte. 

Las aventuras de este  tenaz superviviente, al que el ser una rata le va que ni pintado, han sido guionizadas y dibujadas por su creador a lo largo de varias entregas tales como "Solo. Los supervivientes del caos I y II" o "Solo. Mundo canibal".



La principal novedad de "Crónicas Salvajes" respecto a otras de sus entregas es que se trata de un spin-off, en el que Oscar Martín deja a un lado su fantástica labor de dibujante para ocuparse únicamente del guión. El elegido para acompañarle en esta nueva odisea fue un por entonces desconocido novel llamado Raúl Moreno, al que llegó por casualidad a través de un amigo. Atendiendo al evidente talento de Raúl para el dibujo  y su contagioso entusiasmo por este arte, Oscar Martín no dudó en posibilitarle con este cómic la alternativa para saltar al difícil ruedo de las publicaciones. Él mismo nos habla sobre ello en un sentido prólogo introductorio.



A tenor de lo leído y visto en este "Sólo. Crónicas Salvajes", este humilde lector no puede más que congratularse del afortunado  encuentro entre estos dos artistazos. Y es que "Sólo. Crónicas Salvajes" contiene todo aquello que se le puede exigir a un tebeo de este tipo. La trama argumental es sencilla, pero endiabladamente absorvente, hay mucha acción y violencia, pero nunca gratuita, los diálogos son buenos y están bien construidos, la narración funciona como una máquina perfectamente engrasada de principio a fin,  y, para colmo, el dibujo es una absoluta delicia en muchísimos sentidos. 

La verdad es que la simbiosis entre Martín y Moreno no podría haberse iniciado de mejor forma, ya que  las virtudes y logros  de ambos en sus respectivos trabajos es cuanto menos notable. 

Oscar Martín consigue crear una historia coral, donde las vidas de varios personajes acaban convergiendo, sin chirridos ni artificiosos forzamientos, en un desenlace cargado de dramatismo y fuerza, que  ilustra  a la perfección ese crudo e insensible principio darwinista, férreo regidor de la vida. 



Por otro lado, Raúl Moreno, se encarga de dar corpus visual a una historia que exige de una expresividad, dinamismo y fuerza no al alcance de cualquiera. El suyo es un dibujo muy plástico,  rebosante de movimiento, que muestra hasta que punto el cómic puede acercarse, pese a sus intrínsecas limitaciones,  a su hermana, la animación.  Sus figuras son gráciles y elegantes, y sus personajes rabiosamente expresivos.  Además su capacidad para dibujar en mil y una perspectivas, y posturas, todo lo que se le antoja dota de mayor agilidad y vistosidad al conjunto de sus viñetas.  La violencia se convierte en sus manos en una delectación formal para el lector que asiste asombrado a una auténtica sinfonía gráfica. Vamos, lo más parecido a un Tarantino del noveno arte o como lo definió Niko, autor de Cálico Electrónico, un...¡ MONSTRUO!

El cómic está elaborado en un impecable blanco y negro que realza las figuras de Raúl Moreno y que permite una mejor apreciación de su trabajo. No obstante,  no me hubiera importado disfrutarlo con un buen color.



En resumidas cuentas, "Solo. Crónicas Salvajes", supone un entretenimiento de altísima calidad  que hará las delicias de los amantes de la acción, la violencia y las historias post-apocalipticas de tintes gores que, sin embargo,  no renuncian a un guión bien escrito, sustentado en  un trasfondo filosófico-existencial sólido a la par que sencillo. Sin duda, es una perfecta alternativa  a los blockbusters cinematográficos del verano del tipo "Guerra Mundial Z".



No quisiera acabar esta entrada sin hacer mención a la siempre de agradecer atención que me mostraron tanto Oscar Martín como Raúl Moreno cuando recientemente acudí a que me firmaran algunos cómics en Norma Comics Sabadell. No sólo me llevé dos estupendos dibujos, uno de cada uno de ellos, si no que pude comprobar que son dos tipos estupendos, simpáticos, naturales, y muy accesibles. Vamos, en las antípodas de  todos aquellos que van por el mundo de divos. Ya lo había podido comprobar pero de forma más fugaz, cuando en el pasado Saló del Cómic de Barcelona, Oscar Martín tuvo el detalle de firmarme furtivamente un ejemplar de su obra "Él. ¿quién si no ?", sorteando las inquisidoras miradas de los encargados del stand en que se encontraba (obviare el nombre) que no le dejaban firmar nada que no llevara su sello editorial. Un ambiente muy distinto al de nuestro segundo encuentro, en la tienda de Sabadell. Es más, el hecho de que encima fuéramos pocos los allí congregados a aquellas horas (prácticamente mediodía de un veraniego día ) propició un ambiente de conversación distendido y cercano que como aficionado a su obra agradecí mucho. Me hizo gracia que el propio Oscar Martín, al vernos ( la mayoría de la gente había encargado las firmas y dibujos a la tienda, sin tener que acudir ellos mismos a que se los hicieran ), nos preguntara que qué hacíamos allí en lugar de estar disfrutando de un magnífico día de playa. Cada uno tendría sus razones pero, al menos a mí, me valió la pena.


Mi valoración: 7´5 ( sobre 10 )



lunes, 22 de julio de 2013

"TEX. SANGRE EN COLORADO" de Claudio Nizzi y Ivo Milazzo



Título original:
Tex. Sangue sui colorado
ISBN: 9788415225614
Editorial: ALETA EDICIONES
Fecha de publicación original: 1999
Fecha de edición: 2013
Número de páginas: 240


Jareth opina...

Este verano he tenido mi primer encuentro con TEX, el personaje creado por Bonelli y Galleppini en el año 48 y protagonista de una de las colecciones de más éxito que ha dado el cómic italiano. Tex Willer, que es su nombre completo,  es un ranger, hermano blanco de los indios navajos, que cabalga por el Oeste de la segunda mitad del XIX enderezando entuertos, defendiendo a los débiles y protegiendo las causas justas. Pero Tex no se corresponde exactamente con la arquetípica imagen del cowboy solitario sino que en su personal cruzada  va siempre  acompañado por Kit Carson, un veterano ranger de cabellos blancos, Tiger Jack, un guerrero navajo hermano de sangre de Tex, y su propio hijo nacido de una relación con una india, Kit Willer. En ese sentido, pese a tener un claro protagonista, la serie de Tex opta por un grupo de personajes fijos, compañeros del protagonista, que ayudan a dar color y contrapuntos  a las andanzas de éste. Y es que desde su lejana aparición, hace ya más de cincuenta años, Tex ha vivido innumerables peripecias en una extensa ristra de publicaciones bajo el sello que lo vio nacer.  La encargada de publicar actualmente en nuestro país las aventuras de este duro y capaz justiciero es Aleta Ediciones y, precisamente, es "Sangre en colorado" una de sus últimas publicaciones.



Aunque publicado este mismo año en nuestro país, "Sangre en Colorado" es un tebeo del año 99 que es fruto del concepto editorial, ideado por Bonelli en el 88, de crear una colección de cadencia anual en la que los mejores ilustradores del mundo dieran su propia versión del personaje. Esos tebeos son conocidos como los "Texone" o "Tex Albo Speciale",  y  "Sangre en Colorado" es  exactamente el número 13. El tebeo surge de la colaboración  del guionista Claudio Nizzi, autor de decenas de guiones sobre el personaje, con el dibujante Ivo Milazzo, creador del también exitoso "Ken Parker",  y que dibujó para la ocasión por primera, y única vez, al ranger de Bonelli. El resultado, a mi parecer, es un cómic que se lee agradablemente, disfrutándose básicamente en lo que respecta al dibujo, pero que está aquejado de una falta de originalidad demasiado relevante. Pero vayamos por partes.



"Sangre en Colorado" narra la aventura vivida por Tex y sus compañeros cuando llegan al pueblo de Silver Creek, respondiendo a la petición de ayuda de un viejo amigo que vive en un asentamiento minero cercano llamado Carbon Valley. Los problemas no tardan en llegar ya que su hijo se ve rapidamente envuelto en una pelea con unos pistoleros en el saloon, que acaba saldándose con la muerte de uno de ellos y la injusta encarcelación del joven Willer.  Pero eso no es todo,  el núcleo central del problema es que Silver Creek se encuentra dominado por el despiadado y ambicioso Guy Mc Lean, hijo del principal terrateniente del lugar, el cual se ha metido entre ceja y ceja el hacerse a cualquier precio con Carbon Valley. Sobra decir que de producirse esta "irregular" adquisición se irían al traste  los sueños de prosperidad de los  mineros propietarios, entre los que se encuentra el amigo de Tex. 

Cómo podéis ver por el argumento nada nuevo bajo el sol. Un argumento del Oeste de esos de todo la vida, que tantas y tantas veces hemos visto en películas o en novelas del género. Eso por si sólo y  a priori no debería  significar un impedimento para su disfrute, pero desgraciadamente en este caso lo es.  Mientras que en muchas de esas películas o novelas,  al menos en las mejores de ellas, siempre existían otros  aspectos, originales y propios, que les daban un valor extra y una entidad que las alejaban de la mediocridad , saldando la deuda contraída con el más árido cliché, en "Tex. Sangre en colorado" ese necesario contrapeso, ese enriquecimiento, no llega a darse en ningún momento, redundando en una historia que, pese a resultar entretenida y legible, no pasa de ser adocenada. 



El guión de Nizzi todo y estar escrito con solidez y oficio  es tan convencional y predecible que no llega a convencer. Incluso algunos de sus pretendidos giros, que buscan sorprender al lector, se quedan  solo en eso, en meras pretensiones. Por otro lado, tampoco es que los personajes en sí ayuden mucho, ya que ninguno de ellos tiene la suficiente entidad ni singularidad para ir  más allá del socorrido arquetipo.

Quizás parezcan un tanto duras mis observaciones pero teniendo muy recientes lecturas del género como "Blueberry" la diferencia habida se me antoja abismal. La obra de Charlier y Giraud, al contrario de ésta, si sabe nutrirse de  toda esa ingente tradición novelística y fílmica del western para ofrecer historias con una lozanía envidiable, que atrapan al lector con fuerza, subyugándolo a su antojo y haciéndolo participe de unas aventuras, estas sí, memorables y revisitables.



Pero bueno, tampoco quiero dar la impresión de que no hay nada en el cómic que merezca la pena, porque si lo hay, aunque sea en otro frente que no es el del guión. Me refiero, por supuesto, al apartado gráfico a cargo de Ivo Milazzo. Y es que si algún atractivo tiene este tebeo son las viñetas de este estupendo dibujante. Al contrario que su compañero de viaje, Milazzo si se muestra inspirado. Sus escenas rezuman un vigor y  dinamismo que revitalizan lo que de otra forma seria un plato bastante insípido. Ni siquiera es para él un problema el que la aventura se extienda más allá de las doscientas páginas, porque su dibujo, bastante esencialista  por otro lado, aprovecha al máximo  todas y cada una de sus posibilidades, ofreciendo una puesta en escena de notable nivel. 

Un aspecto que me ha llamado la atención, y que me ha gustado, es que en los rostros de algunos personajes del tebeo se puede rastrear el de algunos actores importantes que protagonizaron westerns. Por ejemplo, uno de los sicarios de Mac Lean tiene claramente las facciones de Lee Van Cleef (quién, por cierto, ya fuera homenajeado por Morris en su Lucky Luke). O por poner otro, también muy claro, el padre de los Mc Lean, que por más señas va en silla de ruedas, recuerda muchísimo al Lyonel Barrymore del film "Duelo al sol" de King Vidor.




Y hablando de cine son muchos los elementos de esta obra que recuerdan a clásicos rotundos del western, que seguro Nizzi tuvo muy presentes al elaborar el guión. El más evidente es el de   "El Jinete Pálido" de Clint Eastwood, con la comunidad de mineros extorsionados, pero también de otros como "Los siete magníficos" de Sturges, donde unos pistoleros enseñaban a disparar y defenderse a unos apacibles labradores, que para la ocasión son Tex y sus compañeros enseñando a disparar y defenderse a los pacíficos mineros. Sin duda pueden encontrarse muchos más pero, al igual que  en el asunto de los parecidos razonables, es mejor que los encontréis vosotros mismos.

En definitiva, si bien mi primer encuentro con el personaje de Tex no se ha saldado como yo hubiera querido, tampoco pienso darle  de espaldas definitivamente. Sería muy tonto por mi parte y me podría conllevar el perderme un buen número de estupendos tebeos. Eso sí, espero tener mejor suerte la próxima vez y encontrar algo más que un formidable trabajo gráfico al servicio de un guión simplemente correcto. 

Mi valoración: 5´5 ( sobre 10 )


jueves, 4 de julio de 2013

"SAMMY: EL ARCHIPIÉLAGO DEL RON" de Berck y Cauvin y "EL MISTERIO DEL METEORITO ( LAS AVENTURAS DE LOS PEQUES )" de Seron y Desprechins





Título original: Rhum Row/ L' Éxode
ISBN/ASIN: 8477228159/ 8440620217
Editorial: TIMUN MAS / EDICIONES B
Fecha de publicación: 1973 / 1974
Fecha de edición: 1991 / 1991
Número de páginas: 48 / 48


Jareth: VISTO Y NO VISTO

Recientemente, en una de mis habituales incursiones y búsquedas de nuevo material para leer, topé con dos cómics que me llamaron poderosamente la atención y que no tardé en comprar para poder ver que ofrecían. Como ya sabéis, a poco que hayáis seguido u ojeado un poco el blog, el cómic franco-belga es una de mis debilidades manifiestas y como estas  dos "rarezas" editoriales que os traigo hoy pertenecen claramente a esa denominación  ya tenían mucho ganado en mi estima, antes siquiera de abrir la primera de sus páginas. Luego veréis si esa estima fue justamente merecida o no.

Es un hecho  muy habitual, desgraciadamente, que muchas publicaciones de éxito en el país vecino nunca llegan a publicarse en nuestro país por una razón u otra. También lo es, que en el caso de llegar a ver la luz editorial, poca  resonancia y perdurabilidad  suelen alcanzar la mayoría de las veces, y es, precisamente, en esta incomoda  situación donde se inscriben estos dos álbumes.


El primero de ellos, "El archipiélago del Ron", pertenece a la colección Sammy que coge su nombre de uno de sus dos divertidos protagonistas.  En él se narran las simpáticas aventuras y padecimientos de dos aspirantes a guardaespaldas, Jack y Sammy, que tras evitar un atraco bancario son captados por la policía para una misión. La acción se sitúa en el Chicago de los años veinte, en plena vigencia de la Ley Seca, y, precisamente,  su misión consistirá en averiguar cómo y quién provee de alcohol al famoso Archipiélago del Ron, un conglomerado  de enormes y lujosos barcos-casino, que atracados en el límite de las aguas territoriales brindan a los habitantes de la ciudad interminables noches de juego y alcohol, a salvo del alcance de las autoridades locales.  Esa investigación llevará a  los protagonistas a realizar todo un azaroso periplo en el que conocerán al visceral capitán Ron Kalbery y sus hombres, así como habrán de vérselas con despiadados gangsters, piratas, guarda costas y hasta furibundas tormentas. El resultado es un cómic simpático, gracioso y con mucho ritmo, que sin ser una maravilla, llega a ser un estupendo divertimento. 

El dibujo corre a cargo de Arthur Berckmans, más conocido como Berck, que ofrece unas viñetas con una gracia, brío y personalidad que casan perfectamente con el tono de la historia. Puesto a buscarle antecedentes, podríamos decir que su trabajo en este albúm se encuentra emparentado con la tradición humorística de Marcinelle, pero con una impronta lo suficientemente personal como para convertirlo en mucho más que un mero cultivador o imitador, lo cual siempre es de agradecer.



Como buen albúm BD que se precie, los fondos y los vehículos ( en su mayoría barcos)  están perfectamente logrados, consiguiendo con una facilidad pasmosa que el lector se zambulla en sus páginas. La caracterización de los personajes tampoco queda atrás en este logro. Por un lado tenemos al dueto protagonista, el corpulento y rubio Jack, y el bajito y enclenque Sammy, que se convierten en los idóneos protagonistas. Por el otro tenemos a una suerte de secundarios que no les van a la zaga  y que protagonizan muchos de los gags más divertidos del tebeo. 

Puede que "El archipiélago del Ron" no sea una joya a la altura de álbumes de Tintin, Spirou, Astérix o Lucky Luke, por citar a los más célebres productos de humor y aventuras BD, pero si es un tebeo francamente entretenido, realizado con oficio y mimo por sus autores. Uno de esos tebeos que el aficionado a la BD, en su vertiente humorística, quizás no sitúe entre sus favoritos pero que en absoluto se arrepentirá de haber comprado, y menos aún leído.



El guión, ágil y sin respiro para el lector, corre a cargo de Cauvin, famoso guionista de humor, que entre otras cosas se ocuparía de algunos de los guiones de Spirou y Fantasio y de otra serie de éxito en Francia como es "Les Tuniques Bleues". Por cierto, otra de esas series que requieren ya una publicación total y accesible en castellano. Está claro que Cauvin no tiene el ingenio ni acidez de Goscinny pero se saca de la manga un guión repleto de situaciones divertidas y que no decae en ningún momento.

Desgraciadamente, y como ya anticipaba, la serie de "Sammy" en España sólo alcanzó   los cuatro números. El primero de ellos es el que os acabo de comentar, y los siguientes fueron: "Los gorilas se hacen locos", "Los gorilas y el rey dolar" y "Los petroleros del desierto", a los que desgraciadamente aún no he podido tener acceso.



El siguiente tebeo que os traigo es "El misterio del meteorito" que pertenece a la serie "Las aventuras de los Peques" ( Les petits hommes ), obra de Seron y Desprechins;  serie que en Francia llegó a alcanzar la nada despreciable cifra de 45 álbumes, pero que desgraciadamente en nuestro país no pasó ni del primero. 

Curiosamente ese número uno, del que hablaré aquí, no es tal, si no que la serie cuenta con un número 0  en el que se cuenta el origen de los personajes protagonistas, los peques. Los peques son un grupo de vecinos de la localidad de Rajevols que ven alteradas sus vidas cuando un meteorito reduce su tamaño hasta el de los lilliputienses de Swift. Ante tal situación, y la imposibilidad de recuperar su tamaño normal, se organizan y construyen una mini-ciudad oculta en las cisternas en desuso del castillo de Eslapión.  Gracias a la ayuda del doctor Hondegger, un prodigioso científico, la ciudad goza de unos avances tecnológicos superiores a los del mundo de los "grandes".



Precisamente, "El misterio del meteorito" ( "l' exode" en Francés ) cuenta el divertido éxodo aventurero vivido por  "los peques" cuando un accidente  anega su querida ciudad y los obliga a abandonarla. 

Lo primero que llama poderosamente la atención de este álbum es su excelente factura visual, tremendamente deudora del Franquin de "Gastón el Gafe". Su responsable es Pierre Seron, al que, por lo que he podido leer por ahí, le costó unos cuantos álbumes  ir encontrado su propio estilo. No obstante, eso no es un obstáculo para que el lector  pueda disfrutar ya en este primer número de un tebeo estupendamente dibujado, con unos fondos y personajes trabajados hasta en sus mínimos detalles. 



En lo que se refiere al guión es donde el tebeo hace más aguas, y es que la aventura vivida por "los peques" en busca de un nuevo hogar es entretenida pero en ningún momento llega a entusiasmar. Todo y poseer buenas escenas como la del vagón de tren, que me recuerda de alguna manera remota al celebre camarote de los hermanos Marx, el cómic no llega a despegar todo lo que uno pudiera desear. Es muy probable que en números posteriores los guiones  mejoraran, como parece apuntar la longevidad de la serie en Francia. Y es que, después de todo, Roma no se hizo en un día.

En definitiva, estos dos álbumes y su escasa repercusión en nuestro país vienen a demostrar que aún nos quedan lagunas muy importantes en cuanto a la publicación de series BD como las que os he traído hoy. No obstante, la publicación de algunas de ellas ya largamente desaparecidas  o directamente inéditas nos permiten ser algo optimistas al respecto. Sinceramente espero en un futuro no muy lejano  poder seguir disfrutando y conociendo más sobre "Sammy" o "Los peques", así de otros, como por ejemplo "Les tuniques bleues", aunque sea en ediciones bastante exclusivas y de mínima tirada. Por pedir que no sea. 


Mi valoración: 6 ( sobre 10 )




jueves, 20 de junio de 2013

"GORA GOPAL Y OTRAS AVENTURAS EXÓTICAS" de Carrillo


ISBN/ASIN: 9788499475585
Editorial: EDITORES DE TEBEOS ( EDT )
Fecha de publicación: 1972
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 136




Jareth: "EL TARZÁN DE LA INDIA"


Es un fenómeno bastante habitual tanto en el cómic, como en el cine, así como en la literatura, que personajes de enorme celebridad sufran una adaptación más o menos indisimulada a otros mercados que no son el suyo de origen. En el caso que nos ocupa, el Gora-Gopal de Carrillo, el personaje emulado no es otro que el "Tarzán" de Edgar Rice Burroughs que se funde sabiamente con elementos de "El libro de la selva" de Kipling dando lugar a un personaje que entretuvo a no pocos jóvenes de la época.  

"Gora-Gopal" también conocido por el aficionado como "el Tarzán de la India", aunque bien pudiera ser el Tarzán español, aparece por vez primera en el año 1972, convirtiéndose al poco tiempo en el éxito más internacional de su creador, incluso a día de hoy. El artista malagueño, afincado desde hace muchos años en el Maresme ( provincia de Barcelona ), vuelca en él su gusto por la aventura clásica de tintes exóticos y un estilo realista digno heredero de maestros como Foster, Raymond o Freixas ( ¿quién, con unos añitos,  no recuerda las famosas láminas de este último para aprender a dibujar? ).



En este sentido las aventuras de Gora-Gopal, que significa en hindú "Cara pálida", no suponen ni muchos menos un yacimiento de originalidad si no más bien un hábil aprovechamiento de una serie de influencias todas ellas bien reconocibles. Esto no tiene porque significar de por si un rasgo negativo de la serie, ya que su autor desde la primera página suple esa carencia con una  profesionalidad y buen hacer que hace que rápidamente nos olvidemos de sus evidentes influencias para centrarnos en lo que de verdad importa:  el sentido de la  aventura. Y es que Gora-Gopal es un tebeo entretenido,  que reúne todos los elementos que se le pueden exigir a este tipo de historias y que encima está realizado con una brillantez formal muy destacada. 

Sus argumentos son bastante sencillos y breves pero son sólidos y amenos, entre otras cosas, porque están muy bien construidos y ejecutados.  Además se resuelven en muy pocas páginas y cumplen sobradamente con su función de evadir y abstraer al lector de la cotidianidad, para transportarlo a un mundo de aventura y exotismo.



Carrillo utiliza un estilo bastante literario en sus textos, acompañando los insustituibles bocadillos, de constantes textos explicativos, que si cabe refuerzan aún más sus influencias literarias. Gora-Gopal es en este sentido un cómic muy clásico, que aún no se ha desprendido totalmente de esa dependencia del texto de apoyo descriptivo que es omnipresente en obras clásicas como "El principe Valiente" de Hal Foster o el "Flash Gordon" de Alex Raymond. Quizás eso entorpezca un poco la lectura para el lector actual, no acostumbrado a este tipo de formulas narrativas en un tebeo, pero hay que reconocer que Carrillo escribe muy bien y, al menos a mí, no se me han hecho en absoluto pesados sino que lejos de ello contribuyen al hálito de incuestionable clásico.



Volviendo al núcleo de las aventuras de Gopal decir que estas contienen muchos elementos irrenunciables  para el aficionado al género. A saber, chicas bellas, parajes exóticos, al tiempo que amenazadores, trepidantes enfrentamientos, ya sea con animales salvajes u hombres peligrosos, y un trasfondo espiritual y ecologista que impregna a todo la obra de un poso de trascendencia. 

A grosso modo la historia de Gopal es la de un joven niño que acompañando a su padre en una cacería sufre un accidente y  acaba extraviado  en lo más profundo de la jungla india. Desde entonces tiene que aprender a sobrevivir y a convivir con los animales salvajes. Pero no esta sólo en esta odisea de adaptación sino que cuenta con la ayuda de su mentor, el sabio ermitaño Chandenagor. 

Gopal representa así el ideal juvenil del muchacho curtido en  un contexto salvaje, duro  y de despiadada subsistencia pero que aún con todo posee unos insobornables principios y valores que lo sitúan en muchos aspectos muy por encima del hombre civilizado.  Todo un símbolo de libertad e independencia que seguro era admirado por muchos chavales en el momento de su publicación.



El primer episodio, de los siete que componen sus andanzas, nos revela en pocas páginas su azaroso origen, en una suerte de historieta de formación. Posteriormente lo seguimos en sus primeras hazañas y  encuentros con otros hombres y, como no,  con mujeres. De esta forma iremos viendo como poco a poco el joven irá  de una forma muy sutil, y secundaria, enfrentándose al hecho de que es un hombre y no un animal de la selva.  Pero si hay un aspecto destacado de la serie y que la coloca por encima de otros productos del tipo  es su maravilloso aspecto gráfico.  Carrillo vuelve a demostrar que es un dibujante de cómics excelente, con una capacidad portentosa para retratar con realismo y brío lo que le apetezca. Cada una de las planchas de Gora-Gopal es un regalo para los ojos de lector, hasta el punto que es una pena que no esté editado en un formato de página mayor que permita  disfrutar aún más de la destreza de este maestro del lápiz y la tinta. Los rostros de sus personajes, sus posturas, los animales, los fondos...todo  está conseguido hasta el último detalle en un portentoso blanco y negro. Los que tengáis alguna duda al respecto tan sólo tenéis que ojearlo  si se cruza en vuestro camino.



El integral se completa con la serie de "Isla Loca" un conjunto de desenfadadas historietas que si bien no dejan la aventura de lado tienen un tono muy diferente al de Gopal.

"Isla Loca" es una perdida y legendaria isla en el Pacífico donde sus habitantes se dedican a vivir en paz y armonía lejos de la mundanal civilización,  pero ésta, como una insalvable plaga,  acaba llegando y desatando una serie de sucesos entre los isleños y los recién llegados.  Lo que no saben los "civilizados", pero pronto descubren en sus propias carnes,  es que los isleños tienen una fuerza sobre-humana que obtienen de comer un singular fruto que sólo existe en su isla. ¿ Os recuerda a algo ? ¿ A cierta aldea gala, quizás ? 

Lo llamativo es que "Isla Loca" está dibujada con un estilo realista  que  no chirría en absoluto con el tono humorístico y gracioso que la preside. Sus historias son divertidas y frescas,  superando en agilidad y dinamismo a las de Gopal, aunque el tono sea pretendidamente muy diferente.  

Lo cierto es que "Isla Loca" ha sido toda una inesperada sorpresa para mí, que ha hecho que me entren aún más ganas de leer "El capitán Pantera", otra de las obras emblemáticas de Carrillo.



Entre las curiosidades que se pueden encontrar en "Isla Loca"  citar dos, que gustarán a los seguidores del historietista malagueño. La primera que llega a la isla un personaje, el capitán Taoro, que visualmente es un claro anticipo del protagonista de "Los mercenarios", obra también de Carrillo que ya comenté por aquí (http://dentrodellaberinto-jareth.blogspot.com.es/2012/07/los-mercenarios.html) . La segunda es que los isleños disponen de un cronista en el que no es difícil reconocer al propio Carrillo, pese a que nunca se le cite como tal. En una viñeta incluso podemos verlo rodeado de un par de beldades mientras las dibuja. Seguramente una broma con tintes de ensoñación que él mismo se permitió. 

Eso me lleva a recordar a los amantes de las mujeres bellas en el tebeo que las suyas son especialmente famosas y no por cualquier cosa. En una época en que los chavales seguramente sólo veían mujeres tan destapadas en las páginas de un cómic, no me cabe ninguna duda que con las de Carrillo más de uno debió perder el sentido.



Tampoco quiero pasar por alto que  el tomo está muy bien editado por parte de los chicos de EDT, ni que  viene completado con un estupendo prólogo de Alfredo Lara López y un jugoso artículo biográfico del mismo Carrillo que no tiene desperdicio. Como dije antes, lo único achacable a la edición es que el formato de página no haya sido mayor.  Por mi parte, espero que sigan rescatando del inmerecido olvido obras de este flamante dibujante e historietista. 


Mi valoración: 6'75.




miércoles, 29 de mayo de 2013

"THEODORE POUSSIN. El integral 3" de Frank Le Gall


ISBN/ASIN: 9788468477442
Editorial: PLANETA DE AGOSTINI
Fecha de publicación: 2013
Número de páginas: 262


Jareth: " UN SINGULAR AVENTURERO "

Después de varias semanas sin escribir ninguna reseña he decidido volver con un cómic de altura, un ahora ya clásico de la BD  que empezó su andadura en la célebre revista Spirou, concretamente en su número 2428 allá por el año 1984. Theodore Poussin es un aventurero, creado por el artista francés Frank Le Gall, que vive su primera aventura en el álbum "Capitán Steene".  En él Le Gall nos presenta a un apocado Theodore que trabaja infatigablemente en el despacho de flete de una gran compañía naviera y que sueña con conocer en primera persona ese remoto mundo que sólo conoce a través de relatos. Su empresa le brinda la oportunidad de poner imágenes y vivencias a esos exóticos nombres que circulan a diario por su mesa de trabajo, y es así como se embarca en uno de sus barcos con rumbo a Indochina. Así dan comienzo las aventuras de este singular aventurero que es Theodore Poussin. Singular en muchos sentidos, siendo el primero de ellos, y quizás más llamativo, el de su aspecto. Y es que Theodore no es un aguerrido ni apuesto hombre de acción en la línea de tantos que ha dado la literatura o el cómic. No es ni mucho menos Corto Maltés o uno de los curtidos personajes de London, Salgari,  Conrad o Stevenson. Theodore es un joven con gafas, calvo, de aspecto enclenque y frágil, y con un carácter poco sólido que deberá ir forjando a golpe de inesperada vivencia o contratiempo. En ese sentido Le Gall hace suyo el concepto alemán de bildungsroman ( novela de formación ), cogiendo a su virginal personaje para arrojarlo a un mundo repleto de aventuras y misterios, donde el lector  no sólo podrá participar de sus experiencias y vivencias,  si no que también será testigo principal de su evolución espiritual hacia una madurez vital muy lejos de sus indecisos inicios. 



Hasta la fecha la serie de albúmes de Theodore Poussin son doce, todos ellos disponibles en castellano en la excelente edición en integrales de la Editorial Planeta, que además cuenta con suculentos extras y con un ajustado precio.  El primero apareció, siguiendo la edición integral francesa, en 2010 y contiene los siguientes albúmes: "Capitán Steene" (1987), "El devorador de archipiélagos" (1987), "María Verdad" (1988) y "Secretos" (1990). En ellos se puede apreciar una rauda evolución en el estilo gráfico de Le Gall que lo lleva de unos inicios de tono caricaturesco, en la omnipresente estela de Franquin, a otros más personales emparentados con la línea clara. En el guión también se aprecia esa significativa mejora, ya que ganan en complejidad y  audacia a medida que la serie avanza.

El segundo integral aparece en 2011 y es aún mejor que el anterior. En él se reúnen los siguientes albúmes: " El tesoro del rajá blanco" (1990), "Un pasajero desconocido" (1991), "El valle de las rosas"(1992)  y "la casa de la isla" (1993). Todos ellos tienen un nivel de calidad notable ya sea a nivel gráfico como de guión, siendo probablemente los dos centrales lo mejor que ha dado la serie. 



Y siguiendo ese ritmo de publicación llegó a finales de 2012 el último integral, que es el comentaré brevemente, y con el que se cierra, al menos por el momento, la serie. 

En primer lugar, he de decir que leer este último integral de Poussin ha sido de principio a fin una experiencia deliciosa, aunque no haya podido sustraerme a la desalentadora idea de que con él se cierra una de las series de aventuras más singulares y especiales que he leído en los últimos tiempos. Antes de comenzarlo, y después del maravilloso nivel exhibido en el anterior integral, se me hacía difícil pensar que estos cuatro nuevos albúmes pudieran sostener con la suficiente dignidad la inevitable comparación con sus predecesores, y una vez más Le Gall me ha vuelta a sorprender y encandilar. Independientemente de cuales sean los mejores albúmes, la verdad es que todos ellos, sobretodo los de estos dos últimos integrales, tienen una calidad bastante superior a la que uno está habituado a encontrar en este medio. Y no sólo porque suponen un estupendo aprovechamiento de elementos ya vistos en un género con un recorrido ya muy extenso, sino porque Le Gall sabe dotar a sus historias de un tono y sabor muy personal que consigue que todo nos sepa a fresco, a fina  delicatessen al alcance de muy pocos.




Señalar que los dos primeros álbumes de este integral son en realidad dos partes de una misma historia, "La terraza de las audiencias". En ella Le Gall nos transporta prodigiosamente a la Malasia de los años 30, donde la influencia del colonialismo francés en la región está dando sus últimos coletazos, y donde se da una encrucijada entre mundos y culturas como precedente a un orden nuevo. La idea principal de la historia, que da título a los albúmes, no podría ser más sugerente y exótica: una terraza de palacio situada frente a un tupido bosque, desde la que el príncipe escucha las peticiones y opiniones de unos súbditos, que  amparados en el anonimato que les da la oscuridad se animan a hacer oír la voz de su pueblo. 

"La terraza de las audiencias" es un doble albúm tremendamente atmosférico donde lo principal no está tanto en lo que sucede como en lo que se presiente e intuye. Es también una historia de personajes, recorrida por una tensión sutil e inconcreta que poco a poco se irá haciendo más presente  y amenazante, acechando el aparente edén en el que viven los personajes.  El tempo de la historia está, en ese sentido, muy logrado. En un principio todo es lento, pausado, estival y casi somnoliento, muy en la línea del contexto descrito. Pero poco a poco, a medida que el peligro y la tensión crecen, los sucesos se va acelerando hasta culminar en una  resolución dramática y catártica que no dejará indiferente a ninguno de los presentes, como tampoco lo hará al lector.



Le Gall consigue con este díptico una historia henchida de fascinación, de encanto, que introduce al lector suavemente en ese Oriente misterioso y romántico de los poetas, de los soñadores, de Kipling... 

No es por ello extraño que  aproveche la ocasión para introducir al primer personaje femenino de envergadura de la serie, Chochou Bataille, como tampoco es extraño que Theodore acabe terriblemente enamorado de ella. 

Con "La terraza de las audiencias", seguramente la obra más ambiciosa de Le Gall, el autor francés demuestra su particular sentido de la aventura, de la historia,  y del amor, ofreciendo un relato con un calado muy literario que viene a demostrar que el cómic de aventuras no tiene porque ser siempre banal y liviano. 



Además de la exquisitez con la que están dibujados todo y cada uno de los personajes y escenarios, Le Gall se atreve a utilizar en algunas páginas un arriesgado recurso, que apuntala aún si cabe más el calado literario del relato, y consistente en dejar el guión sin plasmar en viñetas acompañado tan sólo por un dibujo de fondo para ambientar la escena. Una especie de cómic-teatro que si bien no gustará a todo el mundo, personalmente me ha agradado por la elegancia, gusto y  mesura con que está utilizado.



El tercer albúm del integral, y segunda historia, es "Noviembre todo el año" (2000). En él Le Gall recupera un viejo y relevante personaje de la serie que volverá a irrumpir con fuerza en la vida de Theodore: el Sr. Noviembre. 

En esta historia Le Gall rompe con el tono y ambiente de la anterior historia para devolvernos a uno más dinámico,  occidental,  y conocido, ¡ el de los misteriosos asesinatos en serie !. 

"En noviembre todo el año" nos encontramos con el Theodore marinero, oficial de una gran compañia naviera, que ve como un viaje que debía ser rutinario y sencillo se convierte en una peligrosa cacería humana. Al parecer un peligroso asesino que acecha y mata, cual tiburón, a cualquiera que tenga alguna herida sangrante, por pequeña que esta sea, se encuentra entre los viajeros. Como se encuentran en alta mar, lejos de las autoridades locales y policiales,  Theodore no tendrá más remedio que intentar descubrir quién se encuentra tras los crímenes e impedir que sigan cometiéndose.



En esta ocasión Le Gall opta por colocar a su singular héroe en un terreno muy hollado, pero siempre entretenido, que no es otro que las historias policiacas en su faceta del whodunit ( término que viene de la contracción inglesa "Who has done it?"  que significa: ¿Quién lo ha hecho? ). Esta aventura de Theodore sigue, en este sentido, a pies juntillas algunas de las formulas habituales de este sub-género como son, por ejemplo, una serie de asesinatos relacionados entre sí y una cantidad de personajes sospechosos  que se encuentran encerrados en una misma localización,  en este caso es un barco en alta mar. Con estos ingredientes tan explosivos por supuesto la emoción y tensión están garantizadas. 

Desde un primer momento, es evidente, que Le Gall en ningún momento oculta su clara referencia y admiración por las novelas de Agatha Christie, y en este sentido urde una trama que mantiene en vilo e intrigado al lector hasta la sorprendente resolución final. No obstante, Le Gall rompe con una regla providencial en este tipo de relatos que vuelven a situarlo como un autor singular, que nunca se conforma con ofrecer simplemente lo que otros ya han hecho mejor que él. 




El último álbum del integral, y hasta la fecha de la serie, es "Los celos" (2005)  una historia que vuelve por los fueros más intimistas y biográficos de la serie, pero que no renuncia en ningún momento a su hálito y espíritu aventurero. De esta forma, "Los celos"  supone un magnífico broche, esperemos que no definitivo, a una estupenda serie. 

En "Los celos" encontramos a un Theodore que se ha retirado a una paradisíaca isla con sus amigos para dedicarse a cultivar copra.  Pero sus planes y su apacibilidad se verán alteradas cuando arribe a su pequeño puerto una inesperada visita. Se trata de la hermosa Chouchou que, una vez más, sacudirá con su presencia los fueros más internos del protagonista y de paso perturbara la plácida convivencia de todos los que habitan en la isla. Por si fuera poco, otra visita del pasado, pero de diferente cariz, vendrá a sumarse a la situación, irrumpiendo bruscamente el lado más aventurero y audaz de la serie. 



En definitiva, los cuatro albúmes del integral suponen una muestra más del talento de un autor que ha hecho de las historias de su personaje, Theodore Poussin, el delicioso retrato de un personaje, de un cosmos, y de una manera singular de entender el cómic de aventuras. En cada uno de sus álbumes se puede apreciar el esfuerzo de un autor que en absoluto se conformó con ofrecer una serie mediana y olvidable.



Anteriormente había citado a uno de los aventureros por excelencia del cómic, quizás el aventurero por excelencia. Me refiero, claro está, a Corto Maltés. Aún pese a las diferencias habidas entre ambos personajes y los estilos tanto gráficos como argumentales de sus autores, ambas series se encuentran hermanadas por el significativo hecho de que sus autores se han tomando la molestia de que la literatura y la cultura chisporroteen de alguna forma en cada una de sus páginas. Eso convierte a cada uno de sus aventuras en únicas y especiales, y las mantiene lejos de la mediocridad propia de las series periódicas o folletinescas que no ven más allá de su mera perpetuación.



Quedáis avisados. Si queréis leer un cómic de aventuras de pedigrí, con un dibujo exquisito que os conducirá directamente a remotas y exóticas localizaciones, donde podréis llegar a sentir el calor, el salitre y el susurro del viento, no dejéis pasar los integrales de Theodore Poussin.

Mi valoración: 8 sobre 10.