lunes, 22 de julio de 2013

"TEX. SANGRE EN COLORADO" de Claudio Nizzi y Ivo Milazzo



Título original:
Tex. Sangue sui colorado
ISBN: 9788415225614
Editorial: ALETA EDICIONES
Fecha de publicación original: 1999
Fecha de edición: 2013
Número de páginas: 240


Jareth opina...

Este verano he tenido mi primer encuentro con TEX, el personaje creado por Bonelli y Galleppini en el año 48 y protagonista de una de las colecciones de más éxito que ha dado el cómic italiano. Tex Willer, que es su nombre completo,  es un ranger, hermano blanco de los indios navajos, que cabalga por el Oeste de la segunda mitad del XIX enderezando entuertos, defendiendo a los débiles y protegiendo las causas justas. Pero Tex no se corresponde exactamente con la arquetípica imagen del cowboy solitario sino que en su personal cruzada  va siempre  acompañado por Kit Carson, un veterano ranger de cabellos blancos, Tiger Jack, un guerrero navajo hermano de sangre de Tex, y su propio hijo nacido de una relación con una india, Kit Willer. En ese sentido, pese a tener un claro protagonista, la serie de Tex opta por un grupo de personajes fijos, compañeros del protagonista, que ayudan a dar color y contrapuntos  a las andanzas de éste. Y es que desde su lejana aparición, hace ya más de cincuenta años, Tex ha vivido innumerables peripecias en una extensa ristra de publicaciones bajo el sello que lo vio nacer.  La encargada de publicar actualmente en nuestro país las aventuras de este duro y capaz justiciero es Aleta Ediciones y, precisamente, es "Sangre en colorado" una de sus últimas publicaciones.



Aunque publicado este mismo año en nuestro país, "Sangre en Colorado" es un tebeo del año 99 que es fruto del concepto editorial, ideado por Bonelli en el 88, de crear una colección de cadencia anual en la que los mejores ilustradores del mundo dieran su propia versión del personaje. Esos tebeos son conocidos como los "Texone" o "Tex Albo Speciale",  y  "Sangre en Colorado" es  exactamente el número 13. El tebeo surge de la colaboración  del guionista Claudio Nizzi, autor de decenas de guiones sobre el personaje, con el dibujante Ivo Milazzo, creador del también exitoso "Ken Parker",  y que dibujó para la ocasión por primera, y única vez, al ranger de Bonelli. El resultado, a mi parecer, es un cómic que se lee agradablemente, disfrutándose básicamente en lo que respecta al dibujo, pero que está aquejado de una falta de originalidad demasiado relevante. Pero vayamos por partes.



"Sangre en Colorado" narra la aventura vivida por Tex y sus compañeros cuando llegan al pueblo de Silver Creek, respondiendo a la petición de ayuda de un viejo amigo que vive en un asentamiento minero cercano llamado Carbon Valley. Los problemas no tardan en llegar ya que su hijo se ve rapidamente envuelto en una pelea con unos pistoleros en el saloon, que acaba saldándose con la muerte de uno de ellos y la injusta encarcelación del joven Willer.  Pero eso no es todo,  el núcleo central del problema es que Silver Creek se encuentra dominado por el despiadado y ambicioso Guy Mc Lean, hijo del principal terrateniente del lugar, el cual se ha metido entre ceja y ceja el hacerse a cualquier precio con Carbon Valley. Sobra decir que de producirse esta "irregular" adquisición se irían al traste  los sueños de prosperidad de los  mineros propietarios, entre los que se encuentra el amigo de Tex. 

Cómo podéis ver por el argumento nada nuevo bajo el sol. Un argumento del Oeste de esos de todo la vida, que tantas y tantas veces hemos visto en películas o en novelas del género. Eso por si sólo y  a priori no debería  significar un impedimento para su disfrute, pero desgraciadamente en este caso lo es.  Mientras que en muchas de esas películas o novelas,  al menos en las mejores de ellas, siempre existían otros  aspectos, originales y propios, que les daban un valor extra y una entidad que las alejaban de la mediocridad , saldando la deuda contraída con el más árido cliché, en "Tex. Sangre en colorado" ese necesario contrapeso, ese enriquecimiento, no llega a darse en ningún momento, redundando en una historia que, pese a resultar entretenida y legible, no pasa de ser adocenada. 



El guión de Nizzi todo y estar escrito con solidez y oficio  es tan convencional y predecible que no llega a convencer. Incluso algunos de sus pretendidos giros, que buscan sorprender al lector, se quedan  solo en eso, en meras pretensiones. Por otro lado, tampoco es que los personajes en sí ayuden mucho, ya que ninguno de ellos tiene la suficiente entidad ni singularidad para ir  más allá del socorrido arquetipo.

Quizás parezcan un tanto duras mis observaciones pero teniendo muy recientes lecturas del género como "Blueberry" la diferencia habida se me antoja abismal. La obra de Charlier y Giraud, al contrario de ésta, si sabe nutrirse de  toda esa ingente tradición novelística y fílmica del western para ofrecer historias con una lozanía envidiable, que atrapan al lector con fuerza, subyugándolo a su antojo y haciéndolo participe de unas aventuras, estas sí, memorables y revisitables.



Pero bueno, tampoco quiero dar la impresión de que no hay nada en el cómic que merezca la pena, porque si lo hay, aunque sea en otro frente que no es el del guión. Me refiero, por supuesto, al apartado gráfico a cargo de Ivo Milazzo. Y es que si algún atractivo tiene este tebeo son las viñetas de este estupendo dibujante. Al contrario que su compañero de viaje, Milazzo si se muestra inspirado. Sus escenas rezuman un vigor y  dinamismo que revitalizan lo que de otra forma seria un plato bastante insípido. Ni siquiera es para él un problema el que la aventura se extienda más allá de las doscientas páginas, porque su dibujo, bastante esencialista  por otro lado, aprovecha al máximo  todas y cada una de sus posibilidades, ofreciendo una puesta en escena de notable nivel. 

Un aspecto que me ha llamado la atención, y que me ha gustado, es que en los rostros de algunos personajes del tebeo se puede rastrear el de algunos actores importantes que protagonizaron westerns. Por ejemplo, uno de los sicarios de Mac Lean tiene claramente las facciones de Lee Van Cleef (quién, por cierto, ya fuera homenajeado por Morris en su Lucky Luke). O por poner otro, también muy claro, el padre de los Mc Lean, que por más señas va en silla de ruedas, recuerda muchísimo al Lyonel Barrymore del film "Duelo al sol" de King Vidor.




Y hablando de cine son muchos los elementos de esta obra que recuerdan a clásicos rotundos del western, que seguro Nizzi tuvo muy presentes al elaborar el guión. El más evidente es el de   "El Jinete Pálido" de Clint Eastwood, con la comunidad de mineros extorsionados, pero también de otros como "Los siete magníficos" de Sturges, donde unos pistoleros enseñaban a disparar y defenderse a unos apacibles labradores, que para la ocasión son Tex y sus compañeros enseñando a disparar y defenderse a los pacíficos mineros. Sin duda pueden encontrarse muchos más pero, al igual que  en el asunto de los parecidos razonables, es mejor que los encontréis vosotros mismos.

En definitiva, si bien mi primer encuentro con el personaje de Tex no se ha saldado como yo hubiera querido, tampoco pienso darle  de espaldas definitivamente. Sería muy tonto por mi parte y me podría conllevar el perderme un buen número de estupendos tebeos. Eso sí, espero tener mejor suerte la próxima vez y encontrar algo más que un formidable trabajo gráfico al servicio de un guión simplemente correcto. 

Mi valoración: 5´5 ( sobre 10 )


jueves, 4 de julio de 2013

"SAMMY: EL ARCHIPIÉLAGO DEL RON" de Berck y Cauvin y "EL MISTERIO DEL METEORITO ( LAS AVENTURAS DE LOS PEQUES )" de Seron y Desprechins





Título original: Rhum Row/ L' Éxode
ISBN/ASIN: 8477228159/ 8440620217
Editorial: TIMUN MAS / EDICIONES B
Fecha de publicación: 1973 / 1974
Fecha de edición: 1991 / 1991
Número de páginas: 48 / 48


Jareth: VISTO Y NO VISTO

Recientemente, en una de mis habituales incursiones y búsquedas de nuevo material para leer, topé con dos cómics que me llamaron poderosamente la atención y que no tardé en comprar para poder ver que ofrecían. Como ya sabéis, a poco que hayáis seguido u ojeado un poco el blog, el cómic franco-belga es una de mis debilidades manifiestas y como estas  dos "rarezas" editoriales que os traigo hoy pertenecen claramente a esa denominación  ya tenían mucho ganado en mi estima, antes siquiera de abrir la primera de sus páginas. Luego veréis si esa estima fue justamente merecida o no.

Es un hecho  muy habitual, desgraciadamente, que muchas publicaciones de éxito en el país vecino nunca llegan a publicarse en nuestro país por una razón u otra. También lo es, que en el caso de llegar a ver la luz editorial, poca  resonancia y perdurabilidad  suelen alcanzar la mayoría de las veces, y es, precisamente, en esta incomoda  situación donde se inscriben estos dos álbumes.


El primero de ellos, "El archipiélago del Ron", pertenece a la colección Sammy que coge su nombre de uno de sus dos divertidos protagonistas.  En él se narran las simpáticas aventuras y padecimientos de dos aspirantes a guardaespaldas, Jack y Sammy, que tras evitar un atraco bancario son captados por la policía para una misión. La acción se sitúa en el Chicago de los años veinte, en plena vigencia de la Ley Seca, y, precisamente,  su misión consistirá en averiguar cómo y quién provee de alcohol al famoso Archipiélago del Ron, un conglomerado  de enormes y lujosos barcos-casino, que atracados en el límite de las aguas territoriales brindan a los habitantes de la ciudad interminables noches de juego y alcohol, a salvo del alcance de las autoridades locales.  Esa investigación llevará a  los protagonistas a realizar todo un azaroso periplo en el que conocerán al visceral capitán Ron Kalbery y sus hombres, así como habrán de vérselas con despiadados gangsters, piratas, guarda costas y hasta furibundas tormentas. El resultado es un cómic simpático, gracioso y con mucho ritmo, que sin ser una maravilla, llega a ser un estupendo divertimento. 

El dibujo corre a cargo de Arthur Berckmans, más conocido como Berck, que ofrece unas viñetas con una gracia, brío y personalidad que casan perfectamente con el tono de la historia. Puesto a buscarle antecedentes, podríamos decir que su trabajo en este albúm se encuentra emparentado con la tradición humorística de Marcinelle, pero con una impronta lo suficientemente personal como para convertirlo en mucho más que un mero cultivador o imitador, lo cual siempre es de agradecer.



Como buen albúm BD que se precie, los fondos y los vehículos ( en su mayoría barcos)  están perfectamente logrados, consiguiendo con una facilidad pasmosa que el lector se zambulla en sus páginas. La caracterización de los personajes tampoco queda atrás en este logro. Por un lado tenemos al dueto protagonista, el corpulento y rubio Jack, y el bajito y enclenque Sammy, que se convierten en los idóneos protagonistas. Por el otro tenemos a una suerte de secundarios que no les van a la zaga  y que protagonizan muchos de los gags más divertidos del tebeo. 

Puede que "El archipiélago del Ron" no sea una joya a la altura de álbumes de Tintin, Spirou, Astérix o Lucky Luke, por citar a los más célebres productos de humor y aventuras BD, pero si es un tebeo francamente entretenido, realizado con oficio y mimo por sus autores. Uno de esos tebeos que el aficionado a la BD, en su vertiente humorística, quizás no sitúe entre sus favoritos pero que en absoluto se arrepentirá de haber comprado, y menos aún leído.



El guión, ágil y sin respiro para el lector, corre a cargo de Cauvin, famoso guionista de humor, que entre otras cosas se ocuparía de algunos de los guiones de Spirou y Fantasio y de otra serie de éxito en Francia como es "Les Tuniques Bleues". Por cierto, otra de esas series que requieren ya una publicación total y accesible en castellano. Está claro que Cauvin no tiene el ingenio ni acidez de Goscinny pero se saca de la manga un guión repleto de situaciones divertidas y que no decae en ningún momento.

Desgraciadamente, y como ya anticipaba, la serie de "Sammy" en España sólo alcanzó   los cuatro números. El primero de ellos es el que os acabo de comentar, y los siguientes fueron: "Los gorilas se hacen locos", "Los gorilas y el rey dolar" y "Los petroleros del desierto", a los que desgraciadamente aún no he podido tener acceso.



El siguiente tebeo que os traigo es "El misterio del meteorito" que pertenece a la serie "Las aventuras de los Peques" ( Les petits hommes ), obra de Seron y Desprechins;  serie que en Francia llegó a alcanzar la nada despreciable cifra de 45 álbumes, pero que desgraciadamente en nuestro país no pasó ni del primero. 

Curiosamente ese número uno, del que hablaré aquí, no es tal, si no que la serie cuenta con un número 0  en el que se cuenta el origen de los personajes protagonistas, los peques. Los peques son un grupo de vecinos de la localidad de Rajevols que ven alteradas sus vidas cuando un meteorito reduce su tamaño hasta el de los lilliputienses de Swift. Ante tal situación, y la imposibilidad de recuperar su tamaño normal, se organizan y construyen una mini-ciudad oculta en las cisternas en desuso del castillo de Eslapión.  Gracias a la ayuda del doctor Hondegger, un prodigioso científico, la ciudad goza de unos avances tecnológicos superiores a los del mundo de los "grandes".



Precisamente, "El misterio del meteorito" ( "l' exode" en Francés ) cuenta el divertido éxodo aventurero vivido por  "los peques" cuando un accidente  anega su querida ciudad y los obliga a abandonarla. 

Lo primero que llama poderosamente la atención de este álbum es su excelente factura visual, tremendamente deudora del Franquin de "Gastón el Gafe". Su responsable es Pierre Seron, al que, por lo que he podido leer por ahí, le costó unos cuantos álbumes  ir encontrado su propio estilo. No obstante, eso no es un obstáculo para que el lector  pueda disfrutar ya en este primer número de un tebeo estupendamente dibujado, con unos fondos y personajes trabajados hasta en sus mínimos detalles. 



En lo que se refiere al guión es donde el tebeo hace más aguas, y es que la aventura vivida por "los peques" en busca de un nuevo hogar es entretenida pero en ningún momento llega a entusiasmar. Todo y poseer buenas escenas como la del vagón de tren, que me recuerda de alguna manera remota al celebre camarote de los hermanos Marx, el cómic no llega a despegar todo lo que uno pudiera desear. Es muy probable que en números posteriores los guiones  mejoraran, como parece apuntar la longevidad de la serie en Francia. Y es que, después de todo, Roma no se hizo en un día.

En definitiva, estos dos álbumes y su escasa repercusión en nuestro país vienen a demostrar que aún nos quedan lagunas muy importantes en cuanto a la publicación de series BD como las que os he traído hoy. No obstante, la publicación de algunas de ellas ya largamente desaparecidas  o directamente inéditas nos permiten ser algo optimistas al respecto. Sinceramente espero en un futuro no muy lejano  poder seguir disfrutando y conociendo más sobre "Sammy" o "Los peques", así de otros, como por ejemplo "Les tuniques bleues", aunque sea en ediciones bastante exclusivas y de mínima tirada. Por pedir que no sea. 


Mi valoración: 6 ( sobre 10 )