lunes, 27 de febrero de 2012

"EL CASTILLO DE OTRANTO" de Horace Walpole


EL CASTILLO DE OTRANTO


Autor: HORACE WALPOLE
ISBN: 97884-7702-591-
Editorial: VALDEMAR
Fecha de la edición: 2008
Primera publicación: 1764
Páginas: 240


Sinopsis: 

El castillo de Otranto, cuya acción se desarrolla en la Italia medieval, narra la historia del tirano Manfred, cuya estirpe arrastra una maldición desde que su abuelo usurpara el poder del castillo a sus legítimos poseedores. Manfred trata de perpetuar su herencia casando a su débil hijo Conrad con la princesa Isabella, pero poco antes de la boda ocurre un accidente fatal de origen aparentemente mágico que frustra sus designios. A partir de este suceso, se desencadenarán una serie de misteriosos fenómenos sobrenaturales y pasiones encendidas que tendrán como escenario el asfixiante y siniestro decorado del castillo, uno de los principales “personajes” del relato: puertas chirriantes, pasadizos oscuros y criptas secretas hacen su aparición por primera vez. Había nacido la literatura de terror.




Sobre el autor: 

Horace Walpole (1717-1797), hijo del primer ministro británico Sir Robert Walpole, estudió en Eton y en el King’s College de Cambridge, centro que abandonó sin obtener un título. En 1747 Walpole adquiere una granja en Twickenham, a orillas del Támesis, que reforma y decora como un pequeño castillo gótico: Strawberry Hill. Durante años mantuvo una abundante correspondencia con los principales protagonistas de la política y la cultura de su tiempo, como Madame du Deffand o Sir Horace Mann. Escribió poesía, sátiras y ensayos históricos, pero la obra que le granjeó la inmortalidad fue un capricho literario titulado "El castillo de Otranto" (1764), publicado originalmente como si fuera la traducción de un texto italiano del siglo XVI, que inició una fecunda moda y un género literario que llega hasta nuestros días: la novela 




Jareth: EL PASO DEL TIEMPO


Pese a su gran relevancia como una de las obras capitales del género de terror gótico, explicada en parte por los elementos novedosos que introdujo en su momento y por las influencia que ejercería en otros autores, he de decir que el libro me decepcionó bastante.

Es un libro que si lo descontextualizamos y olvidamos su valor histórico-literario poco tiene que ofrecer al lector actual. Ni tan siquiera simple entretenimiento. 

Es un libro lento, farragoso, con personajes poco interesantes, aún contando con la novedad de que incluso el propio castillo pueda ser considerado uno de éstos. En definitiva, se deja leer con cierta agradabilidad pero en absoluto genera nada más allá de ese interés que tiene como obra fundadora.

Sin duda, el paso del tiempo ha sido cruel con EL CASTILLO DE OTRANTO, haciendo de él, una obra tan decadente y vieja, como las ruinas de uno de esos castillos tan del gusto del género que él ayudo a fundar.

Mi valoración: 5 ( sobre 10 )


jueves, 23 de febrero de 2012

"ELIZABETH BATHORY. LA CONDESA SANGRIENTA" de Pascal Croci y Pauly



ELIZABETH BATHORY. LA CONDESA SANGRIENTA

Autor: PASCAL CROCI, FRANÇOISE-SYLVIE PAULY
Título original: Élizabeth Bàthory
ISBN: 9788467901054
Género: Cómics, Novela gráfica.
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de publicación: 2009
Fecha de edición: 2010
Número de páginas: 80



Sinopsis:
Hungría, siglo XVI. La joven condesa Elizabeth Bathory organiza orgías en su castillo… en las que tortura y mata a jovencitas para bañarse en su sangre, con la esperanza de obtener para siempre la juventud eterna. Vampiro para la leyenda, asesina en serie para la historia. 
Un retrato sin concesiones de una mujer compleja, tan ambigua como aterradora.


Jareth : ALGO FALTA DE SANGRE

La que a priori se me antojaba una novela gráfica atractiva y fascinante, básicamente por el atractivo y fascinación que desprende de por sí su personaje principal, la condesa Elizabeth Bathory, se ha revelado como algo que ni por asomo esperaba. Conociendo a grandes rasgos la figura de la llamada Condesa Sangrienta, probablemente la primera y quizás mayor asesina de la historia, a la que se le atribuye la responsabilidad de centenares de muertes, esperaba una historia conmovedora, visceral y fuerte en emociones. Y no ha sido así. Me he encontrado con una obra de una belleza indudable, aunque desangelada, fría y cristalina como un témpano de hielo; tanto, que me ha resultado imposible, ya no conectar con el personaje, lo que sería incluso peligroso tratándose de quién se trata, si no experimentar algo intensamente, ni que fuera repugnancia, desconcierto o fascinación por lo acontecido. En definitiva, que sus autores ofrecen un preciosista resultado al que le falta sangre, en el sentido de brío, de gracia, y aún con todo no exento de interés, como intentaré aclarar.



“Elizabeth Bathory, la Condesa Sangrienta” es una perfecta representación formal de ese cómic de elevada alcurnia, pese a la pobreza que pueda ocultar en muchas de sus manifestaciones, que es la novela gráfica. Y lo es, porque en ella los textos se desentienden parcialmente de las ilustraciones, a diferencia de la mayoría de cómics donde los unos van ligados indisociablemente con los otras. No hay sometimiento de ninguna de las dos parcelas a la otra. Es decir, que uno podría acercarse a la obra de dos maneras, además de la tercera, habitual y unitaria. Una atendiendo sólo a lo visual y otra atendiendo a lo estrictamente escrito. Y es aquí donde se manifiesta en un sentido fuerte lo que antes decía. Puede ser mejor o peor, pero definitivamente es una novela gráfica con todas sus letras.



El hecho de que los textos mantengan cierta independencia de las imágenes no debe considerarse de per se un inconveniente, aunque sí el hecho de que en ocasiones no esté claro y sea algo confuso saber quién está narrando, ya que hay diversas voces en la historia, unas más logradas e interesantes que las otras. En cuanto al dibujo hará las delicias de los amantes de lo gótico, sobretodo si gustan especialmente de imágenes de mujeres níveas, de estilizada figura y finísimo rostro. Como detalle interesante destaca la versatilidad del dibujante Croci, que varia por motivos narrativos su estilo en dos momentos. En una, que curiosamente se supone un sueño, adopta un estilo si se quiere más realista y que para mí guarda muchas similitudes con el inolvidable y magistral paisajista Caspar David Friedrich (1774-1840). En la otra un estilo, como decía antes, más gótico (en la acepción más actual del término) donde abundan unos sugerentes paisajes agrestes y nevados, en los que la figura humana, normalmente en tránsito ya sea a caballo o en diligencia, queda reducida a su mínima expresión ante la inmensidad que lo envuelve. Tampoco faltan en este segundo estilo, y en sustitución de la paleta de blancos y negros que domina los paisajes, escenas de alto contenido erótico donde se despliega la gama de rojos, y que muestran esa perfecta ambivalencia de la protagonista, por un lado fría y amoral y, por el otro, lasciva y sentida.

En definitiva una obra interesante, valiente y atrevida en sus propuestas, pero a la que le falta algo…¿será sangre?

Mi valoración: 6 ( sobre 10 )


lunes, 20 de febrero de 2012

"QUI PRO QUO" de Gesualdo Bufalino



QUI PRO QUO


Autor: GESUALDO BUFALINO
ISBN: 8433911732
Género: Narrativa
Editorial: ANAGRAMA
Fecha de edición: 1991
Número de páginas: 175


Sinopsis:

Uno de los más grandes escritores italianos contemporáneos, Gesualdo Bufalino, ha escrito esta novela como personalísimo homenaje a Agatha Christie. La edición original se presentaba con un texto (que no parecía precisamente ajeno a la mano del autor) que decía así:
Género: Una excursión dominical a los terrenos de la novela policíaca: es todo lo que ha pretendido concederse Bufalino, regresando a las librerías después de una pausa de feliz pero fracasado apartheid. El resultado es una obra que conjuga gustosamente la pasión con la extravagancia, el espíritu consecuente con las fantasías de lo imaginario. Páginas a utilizar como juguete, por tanto, pero donde se advierte a veces un extravío. Como cuando se ven los espejos de un parque de atracciones multiplicarse y contradecirse las máscaras de la razón.
Argumento: De acuerdo con los cánones, salvando las arbitrariedades de la ironía, el libro narra un misterio: la muerte de un editor, por delito o infortunio, en su casa de vacaciones. Se sigue de ahí una investigación que pone en jaque a todos los invitados y que la propia víctima, a través de póstumas revelaciones, parece querer dirigir en primera persona. Hasta que su secretaria, una solterona de pocas gracias y muchas virtudes, resuelve o cree resolver el caso.


Jareth: LITERATURA ESTRÁBICA

Mi edición de Anagrama tiene en la solapa una foto de Gesualdo Bufalino. En ella aparece un envejecido hombre que oculta su estrábica mirada tras unas enormes gafas de pasta negra. Acabo de leer su libro QUI PRO QUO, y con el vivo recuerdo aún de LAS MENTIRAS DE LA NOCHE, otra de sus magistrales novelas, llegó a la conclusión de que sus obras son una clara extensión de su fisicidad, sobretodo de su mirada, dispersa, ávida y enigmática. Me es imposible imaginar a Bufalino de otra forma, no porque haya visto su foto, si no básicamente porque me es imposible imaginar a una persona más joven capaz de escribir semejantes obras. Hace falta mucha sabiduría, humana y literaria, para ofrecer lo que él ofrece, y en eso el tiempo no hace descuentos ni siquiera con autores de su talla. No por nada fue escritor "secreto" hasta los 60 años.

 QUI PRO QUO, la obra que me ocupa, es una inteligente, aguda y caprichosa historia, que tras la forma de una novela de policiaca, nos ofrece un formidable juego narrativo a distintos niveles, donde la probabilidad y la certeza, la ficción y la realidad, interaccionan y se confunden en un divertimento sin precedentes. No tan sólo es una novela magistralmente escrita si no magistralmente concebida hasta en el último de sus resortes. 

Un libro divertido, irónico y sorprendente, en el que quizás cuesta entrar un poco al principio (sí, el lenguaje culto y aristócratico del siciliano no siempre es fácil ), pero que acaba atrapando y fascinando hasta el punto de no poder dejarlo ni incluso después de haber dejado atrás la última de sus páginas. De hecho acabo de leerlo y ya estoy escribiendo sobre él, sin poder apartar de mi cabeza los enigmas a que he asistido y que aparentemente se han resuelto.. o ¿no?

Mi valoración: 9 ( sobre 10 )


sábado, 18 de febrero de 2012

"ERIC Y LOS JUNIORS ( ERIC CASTEL 1)" de Reding y Hugues


ERIC Y LOS JUNIORS ( ERIC CASTEL 1)


Autor: RAYMOND REDING, FRANÇOISE HUGUES
Título original: ERIC ET LES PABLITOS
ISBN: 978849847676
Género: Cómic
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de publicación: 1979
Fecha de edición: 2009
Número de páginas: 48


Sinopsis:
El as de la banda, el crac del fútbol, el rey del tiqui-taca ha vuelto. Eric Castel es la nueva estrella que el F.C. Barcelona ha fichado para la próxima temporada. Pero a pesar de sentir el calor de la afición, Eric se siente solo, echa de menos a sus amigos, a su familia. Pero al conocer a un grupito de niños de Tossa de Mar, su vida cambiará y recuperará la ilusión por el fútbol y su toque mágico con el balón. Un cómic en el que el Barça, el fútbol y la ciudad de Barcelona son protagonistas por igual.



Jareth: MUCHO ANTES DE OLIVER  Y BENJI

Mucho antes de la serie de Oliver y Benji, los magos del balón, y de otras series niponas que tenían por motivo las andanzas y lances deportivos de un grupo de jóvenes aficionados a algún deporte, en este caso el futbol, estaba Eric Castel.

No sólo un abismo de tiempo separa a uno de otros, si no también de calidad. Pero vayamos por partes.

Eric Castel se presenta por primera vez en la revista alemana Zack en 1974, de la mano de su creador, el guionista Raymond Reding, y del dibujante Françoise Hugues. Pero es en 1979 cuando, en su aparición en el semanario francés Super As, se da a conocer ampliamente dando inicio a la serie que labraría la fama del personaje. 

Es evidente que a nivel europeo los cómics de deportes nunca han gozado de mucho éxito, para comprobarlo tan sólo hay que dar un vistazo a cualquier librería especializada o sin especializar de cómics. Y menos aún que merecieran ser reeditados y bien considerados, tanto por los aficionados como por los expertos del mundillo del cómic, como es el caso. En ese sentido Eric Castel supone toda una rareza, una formidable y grata rareza. 

El secreto de que aún a día de hoy se siga leyendo a Eric Castel es sobretodo la sencillez de sus historias y planteamientos, completada con la perdurabilidad de sus valores. Eric Castel no tan sólo trata de futbol si no que también es una historia que nos habla de superación, amistad, compromiso, nobleza, trabajo en equipo y de las dificultades de un hombre extranjero para adaptarse a un entorno nuevo. De pasada, sin frenar a la historia principal, como debe ser, se aprecian en él temas sociales. Temas como la pobreza de algunos sectores de la población que ven en los futbolistas una figura a la que admirar, el influjo de estos en los niños, la importancia social de un deporte como el futbol que va incluso más allá de lo deportivo, llegando a lo identitario, los efectos que ejerce una prensa mal informada en aquellos sobre los que se habla y su entorno, etc.

Eric Castel no trata únicamente de futbol si no que lo más interesante de este cómic se da precisamente cuando Castel no está en el terreno de juego. Aún con todo, hay que reconocerle la seriedad y realismo con que se tratan los encuentros. Por ejemplo, el protagonista pierde, empata y gana partidos por igual. No es, por así decirlo, una imagen idealizada de un Barça que siempre gana, siempre juega bien, y siempre es superior a sus rivales. De hecho, en esta primera entrega pierde 2-3 contra el Real Madrid.

El triunfo en la serie de Eric Castel nunca es fácil y no siempre acaba llegando. Ejemplo de ello es que uno de sus sueños es ganar la Copa de Europa y el cómic, fiel a la realidad de la época, no le depara esa satisfacción. Puede que este tratamiento realista haya sido uno de los méritos que ha hecho de él un cómic popular, y no sólo un cómic para incondicionales del Barça. 



Como dato destacar que en el mercado francés, epicentro del cómic europeo, sus tiradas se agotaron inmediatamente y aún a día de hoy sigue siendo un personaje recordado con estima por los aficionados a este medio. Pero esto no es lo más importante. Lo más importante es que Eric Castel ofrece un divertimento de primera calidad, con unas historias muy entretenidas y apuntaladas con un dibujo de lujo. Las ilustraciones de Françoise Hugues son verdaderamente admirables. Me han sorprendido muchísimo. No tan sólo se revela un maestro del movimiento y de la representación de figuras humanas si no que el detallado trasfondo que envuelve a éstas es aún si cabe mejor. Sus dibujos por ejemplo del coche de Castel y de los vehículos de por entonces son sensacionales, haciendo las delicias de los aficionados al automovilismo retro. Pero si tengo que quitarme el sombrero es sobretodo ante sus paisajes. Inenarrables sus dibujos de la Barcelona y Cataluña de la época. Uno puede ver a la perfección como eran lugares tan emblemáticos como la Rambla, el hospital de Sant Pau, el parc Güell, o el municipio de Tossa de Mar. El aprovechamiento que de todos ellos hace Hugues en la historia es soberbio. 



Pues eso, que aún no siendo muy futbolero, no pienso perderme ni un solo partido de este Eric Castel. 

Una pena que probablemente para algunos pese demasiado el hecho de que el cómic esté vinculado a Barcelona y al Barça, porque realmente merece la pena. 

Como anécdota mencionar que Eric Castel llegó a ser tan popular en el país vecino, donde el cómic en general tiene una consideración y veneración mayor, que sus autores quisieron premiar al público franco haciendo que Eric Castel, al final de su carrera, acabara fichando por el París St Germain. 


Mi valoración: 7  ( sobre 10)

martes, 14 de febrero de 2012

"LA CARTUJA DE PARMA" de Stendhal


LA CARTUJA DE PARMA

Autor: STENDHAL
Título original: La Chartreuse de Parme
ISBN: 9788439720843
Género: Clásicos de la literatura
Editorial: MONDADORI
Fecha de publicación: 1839
Fecha de edición: 2007
Número de páginas: 544


Sinopsis:

Aclamada unánimemente como una de las grandes novelas de todos los tiempos, "La cartuja de Parma" narra las aventuras del joven Fabricio del Dongo durante el apogeo de las campañas napoleónicas en Italia. Celos, amoríos e intrigas políticas recorren las páginas de esta obra magna donde se perfilan algunos de los personajes femeninos más inolvidables de la literatura. Desde su publicación en 1839, la obra maestra de Stendhal ha suscitado la incondicional admiración de escritores de todos los tiempos, desde Balzac a Philip Roth.


Jareth: A LA NOVELA LO QUE ROMEO Y JULIETA AL TEATRO

Acabo de finalizar la lectura de LA CARTUJA DE PARMA de Stendhal y aún me encuentro arrebatado por su catártico final y por las excelencias que me ha ido ofreciendo a lo largo de sus no pocas páginas.

Ahora entiendo la fascinación que esta obra ha ido deparando a tantos lectores, desde su alumbramiento en tan sólo dos meses de 1839. Hecho que aún hace más sorprendente su aquilatada calidad literaria, sin duda, fruto de un inspirado arrebato de genialidad, tras ocho años de sequía literaria para su autor. No obstante, en ella se palpa el profundo conocimiento de Stendhal del mundo y caracteres que describe en un excelente ejercicio combinatorio de precisión cirujana y belleza poética. LA CARTUJA DE PARMA es algo así como la explosión creadora de un genio contenido.

No me extraña en absoluto, que entre otros, Honore de Balzac ( que le dedicó un estudio) la considerara la novela más importante de su tiempo, André Gide la novela francesa más grande de todos los tiempos, y que el mismísimo Tolstoi se viera influido por ella (salvando la diferencias y distancias), para bien de su aclamada GUERRA Y PAZ.

La historia de Fabricio del Dongo, su amor por y con Clelia Conti, y sus relaciones con personajes tan maravillosos e imborrables como Gina Pietranera, duquesa Sanseverina, o el Conde Mosca, rebosa frescura, fuerza, dramatismo, ironía y belleza por los cuatro costados. Una historia vibrante, repleta de hallazgos literarios, frases para la posteridad, momentos insuperables de tensión dramática, amores y desvaríos varios, personajes verosímiles pero excepcionales, son sólo algunos de sus maravillosos ingredientes.

Después de leerla me vienen a la cabeza, incluso con nostalgia, tantos momentos inenarrables (salvo para la pluma de Stendhal) como las escaramuzas del joven y atolondrado Fabricio en Waterloo o su estancia y fuga de la prisión de la ciudadela, por citar sólo algunos. También sus formidables, complejos y fascinantes personajes, con el conde Mosca y sobretodo la bella, astuta y sublime duquesa San Sanseverina a la cabeza.

En LA CARTUJA DE PARMA la acción más variada, las intrigas más elaboradas y el amor más impredecible y desbocado, se suceden prodigiosamente. Ese pequeño microcosmos que es la corte de Parma da una muestra diáfana del profundo conocimiento que tenía Stendhal de la rica y compleja condición humana, de sus acciones más elevadas… y de las más abyectas. Su elaborada escritura y su fina ironía hacen el resto.

También son muchos los momentos que dan lugar a la reflexión, incluso para el lector contemporáneo, al tiempo que le dan acceso a un sentir y vivir alejado en el pasado pero cercano, como todo lo humano pese a sus infinitas variaciones. La postura de Stendhal al respecto es clara. En unos apéndices que he leído, dice a propósito de ciertos historiadores graves y amantes de lo anecdótico: “¿Qué nos importa hoy un interdicto lanzado contra los venecianos o la historia de uno de los cien tratados de Nápoles?, mientras que se ve con interés la manera que se tenía en el siglo XVI de vengarse de un rival o de agradar a una mujer”. LA CARTUJA DE PARMA es fruto de esta actitud, una respuesta a ese interés que se centra en lo humano y espiritual, motor al fin y al cabo de la vida, por encima de lo histórico y accidental. Aunque que nadie se lleve a engaño, la riqueza de detalles históricos, geográficos y de todo aquello que ayuda a situarse en el periodo en que se enmarca esta obra, está muy elaborado.



Uno de los aspectos que también me han fascinado, sólo entendibles en su época, es la relevancia de las juramentos religiosos y su incuestionable poder para determinar los destinos de las personas, más allá de lo inconcebible, uno diría de que de lo humano si no fuera porque son mujeres y hombres sus reos. Sorprende que el juramento, hoy tan frágil y devaluado, tuviera un poder tan ilimitado, y no porque hubieran personas externas que obligaran a su cumplimiento, si no porque su sacralización latía dentro de uno mismo. Muchos pensarán que son fantasías de un novelista. No estoy de acuerdo, por algo LA CARTUJA DE PARMA lejos de estar considerada una ensoñación romántica pasa por ser un ejemplo de Realismo avant la lettre.

Como única pega, si es que puede mencionarse como tal, es que cuesta al principio entrar un poco en la narración precisamente por eso, por esa descripción y necesaria instalación en la época en que se suceden los hechos. Y es que los hombres como Stendhal no entendían de fáciles concesiones comerciales, por suerte. Una vez adaptados (aquellos que os decidáis a su lectura) a lo que se os ofrece, preparaos para disfrutar de una novela emocionante y emotiva como pocas.

STHENDAL

Por último, para concretar y encauzar mi admiración por este clásico (que en el caso de no producirse podría eternizar mi reseña), decir que me parece a la novela lo que ROMERO Y JULIETA al teatro. Y aunque pueda parecer blasfemo, sobretodo viniendo de mí, rendido admirador del genio de Stratford-upon-Avon, me parece, personalmente, preferible a la inmortal obra de los amantes de Verona.

Mi valoración: 9'5 ( sobre 10 )

domingo, 12 de febrero de 2012

"THE SANDMAN. SUEÑO. VOL. I" de Neil Gaiman, S. Kieth y M. Drigenberg



THE SANDMAN. SUEÑO. VOLUMEN I


Autor: NEIL GAIMAN, SAM KIETH, MIKE DRINGENBERG
ISBN: 978846749133
Género: Cómics, Novela Gráfica
Editorial: PLANETA DE AGOSTINI
Fecha de edición: 2010

Fecha de primera publicación: 1991
Número de páginas: 496
Saga: SANDMAN (1)

Sinopsis:

1916. En el mundo ocurre un extraño fenómeno: la gente se va a dormir, y no es capaz de despertar. Algo malo ha ocurrido. Algo falta, y nadie sabe decir qué es.

En Whych Cross, Inglaterra, un mago intenta raptar a la MUERTE, con el fin de lograr la vida eterna, pero su errado hechizo apresa a otra criatura mágica: un hombre pálido y delgado, de ojos profundos y cabellera negra.
SUEÑO, el hermano de Muerte, ha sido capturado, y el mundo de los sueños ha quedado huérfano. Ahora nadie puede dormir bien... si no es capaz de soñar.


Jareth: EL ARENERO NOS INVITA A SOÑAR, CON UNA INVITACIÓN DIFÍCIL DE RECHAZAR

Entre muchas otras muchas cosas, SANDMAN es, y surge como, una alternativa al género de comics de super-héroes. Una alternativa, sublime y arrebatadora, de la que ni su principal artífice, Neil Gaiman, podía prever su enorme éxito. Leyéndolo, sin embargo, no extraña (al menos a mí) que captara lectores de todo tipo, género y condición, como no lo había hecho otro cómic hasta la fecha, atrapando incluso a muchos potenciales lectores que nunca se habían tomado el comic como algo serio, ni siquiera como entretenimiento. ¿El secreto de su irrefrenable magnetismo? Sin duda los formidables guiones de Neil Gaiman. Unos guiones cultos, repletos de referencias literarias y culturales, y con un tono y ritmo completamente logrados. Sus historias son interesantísimas y sorprendentes (aún cuando no lo parecen, siempre hay algo inesperado, diferente), fruto de una fantasía desbordantemente genial pero perfectamente refinada y tratada. Gaiman, poco a poco, a medida que avanza la serie va dando a conocer más al ávido lector sobre los fascinantes Eternos (Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desesperación y Delirio), sus relaciones entre sí, con los humanos, y con otras criaturas, como el sádico pero inolvidable Corintio.



No obstante, si alguna carencia hay que señalarse a SANDMAN es a nivel gráfico. Son varios los dibujantes que ilustran estas magníficas historias, y algunos no muy acertados. Por ejemplo, Sam Kieth, que dibuja los primeros números, tiene un estilo a mi parecer no muy acorde para el tipo de historia que se cuenta y sobretodo para su tono. La cosa luego mejora sustancialmente con ilustradores, mucho más realistas, como Mike Dringenberg, que realiza algunas páginas sensacionales y otras no tanto. No sé, me ha quedado la sensación que con unos ilustradores más brillantes este comic hubiera sido aún más mítico.



Mención a parte merecen las ahora ya legendarias portadas de Dave Mc Kean, que combinan ilustración, fotografía, collage y otras técnicas, de manera sorprendente y con un resultado inmejorable. Uno se puede pasar mucho rato recreando su mirada en ellas, de manera absorta y embelesada, antes de pasar a la historia que precede. Tampoco se puede evitar, al concluir el episodio, regresar de nuevo a esa portada en busca de nuevos descubrimientos y experiencias.

Por todo esto y más, SANDMAN es una joya del noveno arte y uno de los comics más brillantes a nivel narrativo que ha dado este medio. Sin ningún tipo de duda, y aunque me tuviera que enfrentar a un juicio sumarísimo, afirmo que SANDMAN es literatura…y de la buena.



( La presente edición en tomos de Planeta es excelente en todos los aspectos. Además contiene abundantes extras, que se agradecen muchísimo porque una vez se entra en el mundo de SANDMAN uno nunca tiene suficiente. Y grácias a SANDMAN he descubierto que tras el nombre de Shakespeare podría encontrarse un tal ¡William Shaxberd! Si es que las riquezas y referencias de este cómic son sorprendentes )

Mi valoración: 9 ( sobre 10 )




sábado, 11 de febrero de 2012

"EL CONDE DE MONTECRISTO" de Alexandre Dumas


EL CONDE DE MONTECRISTO

Autor: ALEXANDRE DUMAS
Título original: Le Comte de Monte-Cristo
ISBN: 8439710348
Género: Clásicos de la literatura/ Aventuras
Editorial: RANDOM HOUSE MONDADORI
Fecha de publicación: 1844
Fecha de esta edición: 2004


Sinopsis:

Edmon Dantés es un joven marinero, honrado, cándido, que lleva una vida tranquila. Quiere casarse con la hermosa Mercedes, pero su vida se verá arruinada cuando su mejor amigo, Ferdinand, deseoso de conquistar a su prometida, le traicione vilmente. Condenado a cumplir una condena que no merece en la siniestra prisión del castillo de If, Edmond vivirá una larga pesadilla de trece años. Obsesionado por su inesperado destino, dejará de lado sus convicciones en torno al bien y el mal, y se dedicará a tramar la venganza perfecta.



Jareth: ¡ LARGA VIDA AL CONDE DE MONTECRISTO !

Cuando empecé a leer este libro muchas eran las expectativas depositadas por mí en él. De hecho era una novela de la que había oído y leído cosas muy positivas y atractivas. Una vez acabado, no tengo más que decir que no sólo se han confirmado todas ellas, si no que incluso en muchos sentidos se han visto superadas. 

EL CONDE DE MONTECRISTO es una novela emotiva e inteligente, donde el entretenimiento no viene reñido con la reflexión, donde la acción no excluye la introspección y la hondura. 

EL CONDE DE MONTECRISTO es en definitiva una de esas obras mayúsculas, desprendedora de un encanto y fascinación tan grande y variopinta que atrapa a muchos tipos de lectores, sean cuales sean sus gustos, sea cual sea su época, su nacionalidad, y en resumen sus circunstancies concretas. Sencillamente, porque EL CONDE DE MONTECRISTO es, y quizás parezca pedante cuando no una perogrullada el decirlo, una obra universal de la literatura. Y lo digo con total rotundidad porque hay obras, como esta, que tras su lectura, nos dejan la intuición, en el sentido de certeza directa que nos embarga y ahuyenta cualquier atisbo de duda, de que acabamos de asistir a algo pocas veces logrado aunque tantas veces predicado: una obra maestra. 

Mucho se puede decir de ella, de sus fascinantes personajes, de sus ricas y absorventes tramas, de su barroco pero noble y alto lenguaje, de sus diálogos, de sus significados, etc,etc... pero no vale la pena hacerlo, porque esta es una obra que no necesita que nadie hable por ella, porque el hacerlo, aun cuando sea para bien, para ensalzar sus muchos atributos, siempre será un enflaquecimiento, una injusta reducción, de lo que en realidad ofrece.

Mi valoración: 9'5 ( sobre 10 )

Castillo de If (en la actualidad)


jueves, 9 de febrero de 2012

"LA ODISEA" de Pérez Navarro y Martín Sauri



LA ODISEA


Autor: PÉREZ NAVARRO, MARTÍN SAURI
ISBN: 9788498472400
Género: Cómics, Novela gráfica
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de edición: 2007
Número de páginas: 72


Sinopsis:

Después de diez años de guerra ante las puertas de Troya, Odiseo pone rumbo a Ítaca para volver a su patria y a los brazos de su amada esposa Penélope. Sin embargo, la aventura apenas acaba de empezar, pues dioses, monstruos y hermosas hechiceras van a convertir el viaje de regreso del héroe griego en una auténtica gesta alabada y admirada por los hombres a lo largo de los siglos…


La adaptación del poema épico de Homero, llevado a las viñetas por Pérez Navarro y Martín Saurí, vuelve a la escena del cómic con esta nueva edición que recupera para el público actual una de las obras clásicas del cómic español.


Jareth: NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA


Eso debieron pensar los editores de la revista de cómic gala “Metal Hurlant” cuando el guionista Pérez Navarro y el dibujante barcelonés Martín Saurí le presentaron su ambiciosa adaptación de “La Odisea” de Homero. Vista hoy día, cuesta pensar que semejante obra tuviera dificultades para encontrar un editor en nuestras fronteras y que tuviera que ser el país vecino quién le diera su primera oportunidad; pero como bien reza el dicho: nadie es profeta en su tierra. 



Afortunadamente, Norma comics rescata, en una cuidada edición especial del 25 aniversario de su publicación, esta joya del cómic nacional. 



“La Odisea” de Navarro y Martín Saurí resume y adapta en tan sólo sesenta y tres páginas una de las piezas fundamentales y fundacionales de la cultura y literatura occidental. Hablo, evidentemente, del vasto poema conocido como “La Odisea”, atribuida por lo general a ese aedo ciego, apodado Homero (“el que no ve”), del que la crítica moderna, al igual que ya hiciera la antigua, discute si realmente existió y si pudo ser el autor de dos obras tan magistrales pero distintas como lo son “La Odisea” y “La Iliada”. Curiosamente es en Ítaca, la áspera isla del mar Jónico y patria de Odiseo (o Ulises si prefiere su forma latina), donde un tal Melesígenes fue atacado de un extraño mal en los ojos que lo condujo a la ceguera. Ese Melesígenes, según cuenta Herodoto, fue el que posteriormente sería mundial y eternamente conocido por Homero.



“La Odisea” es un vasto poema épico divido en rapsodias y compuesto en hexámetros que data del s. VIII a.c, o incluso antes, que narra parte de las aventuras y pericias del muy sufrido y errabundo Odiseo, en su regreso a su tierra junto a su mujer Penélope y su hijo Telémaco, tras la guerra de Ilión (más conocida como Troya). Un regreso que le llevaría no pocos años, por cierto.

“La Odisea” es, al igual que su hermana “La Iliada”, el último eslabón de una multisecular cadena de poesía épica tradicional y oral que se formó y desarrolló en la antigua Grecia; una poesía que está provista de recursos expresivos formulares que permitían su memorización y recitación por parte de los bardos de la época, los aedos, para regocijo y enaltecimiento de sus oyentes. Claro está, que la adaptación de Navarro y Martín Sauri, pese al enorme respeto mostrado por la obra en que se fundamenta, no puede reproducir ni su forma poética ni toda su riqueza. Exigírselo sería descabellado cuando no injusto. No obstante, eso no quita que la ambiciosa propuesta de estos dos españoles esté plagada de atractivos y virtudes llegando a constituirse en una obra, si no fundamental, si destacada dentro del panorama de la historieta o cómic.



En primer lugar, Pérez Navarro consigue condensar en pocas hojas los momentos más memorables y significativos del mítico viaje de Odiseo. Y lo hace francamente bien, captando en sus textos de apoyo y diálogos el espíritu del original griego, pero adaptándolo a unas formas narrativas y estilísticas más atractivas para el lector moderno. En definitiva consigue una construcción sólida y que se lee bien, sin fisuras, estridencias, ni torpezas, lo cual no es baladí puesto que la enormidad y complejidad del poema homérico podría, en manos de un guionista menos hábil, conducir precisamente a lo contrario: un conjunto de escenas de enorme atractivo pero mal hilvanadas entre sí. Por suerte- como decía- no es así, permitiendo al lector deslizarse por una lectura grata y fluida que se muestra sumamente generosa con su compañero de andanzas, el apartado gráfico, permitiendo que sea éste quién se erija como punto fuerte de la obra. 



Martín Saurí ofrece en ésta, su Odisea, un trabajo excepcional que roza lo legendario tras un esfuerzo que se percibe titánico. Quizás no sea comparable a los doce trabajos de Hércules pero poco le falta. Sus ilustraciones son, en todo momento, dignas recreadoras de un cosmos mítico donde la épica refulgía como nunca más lo hizo. Los cuerpos de los protagonistas, como no podía ser de otra forma, son esculturales y poderosos, apareciendo en la mayoría de los casos si bien no desnudos si escasos de ropas. Se puede apreciar así el dominio de Sauri de unas anatomías dignas de dioses, que desprenden vigor y fuerza en cada una de sus posturas. Viendo sus ilustraciones, diríase que su pluma se impregno para la ocasión de la grandiosidad y el exceso de las figuras de Miguel Angel, aunque el rastreo de sus influencias sea muy diverso. Se pueden apreciar en sus ilustraciones la impronta de sus admirados Doré, Foster o Alma Tadema (que también es santo de mi devoción).



Una de las pegas que le he encontrado a su dibujo, aún reconociendo sus muchas virtudes, es que en ocasiones las posturas de las mujeres me han parecido poco naturales, muy afectadas, o directamente de pose de revista erótica, para que nos entendamos. Incluso en aquellas ocasiones que se supone no posan para nadie se dan algunas de estas posturas, lo cual me hace pensar que Sauri o bien pretendía recrearse personalmente en estas figuras, o bien seducir de la manera más descarada posible al lector masculino. Ahora bien, esto es una menudencia, que para alguno/s será incluso un acierto, en la tarea de recrear un mundo henchido de fascinación, violencia y erotismo.

A destacar, también, su maravillosa utilización y dominio del blanco y negro en un cómic que no tiene, ni necesita, color. A mi juicio, consigue dotar a cada página de su dosis adecuada de luz, haciendo que unas respiren más con el blanco, mientras que en otras el negro se desparrama en mil direcciones adueñándose de la escena y sombreando magistralmente todo aquello que toca.

Pese a ser una obra unitaria, obra de un mismo ilustrador, se nota que Sauri experimenta en diferentes viñetas con diferentes estilos. Y lo hace sin estridencias, con gran tino, consiguiendo un resultado interesantísimo y variopinto de su arte. 



Por último deciros que aquellos amantes de las viñetas impactantes, de esas viñetas que por si solas representan una escena de enorme fuerza expresiva, a las que el texto casi le sobra, disfrutaran como enanos con este cómic. Es prácticamente imposible dejar sus páginas atrás sin que un buen puñado de imágenes míticas queden grabadas en la retina. De hecho, mientras escribo estas líneas se me aparece con claridad la agónica imagen del ctónico Titio, encadenado a una roca, pugnando con dos buitres que, cual alimañas aladas, le roen el hígado con sus afilados picos. Una imagen que bien valdría para representar a Prometeo, aunque no es el caso porque se trata de la Odisea, de Homero… y ahora, también, de Pérez Navarro y Martín Sauri.


Mi valoración: 8 ( sobre 10)

miércoles, 8 de febrero de 2012

"EL PODEROSO THOR. ¡SI ASGARD PERECIERA...!" de Len Wein y John Buscema


EL PODEROSO THOR. ¡SI ASGARD PERECIERA...!

Autor: LEN WEIN, JOHN BUSCEMA, JOE SINNOTT, DE ZUÑIGA
Título original: The mighty Thor
ISBN: 9788498856200
Género: Cómics, Novela Gráfica
Editorial: PANINI
Fecha de publicación: 1976
Fecha de edición: 2011
Número de páginas: 224


Sinopsis:
El espectacular arranque de la inolvidable etapa de Len Wein y John Buscema en la colección del Dios del Trueno. Para salvar el Universo, Thor y los Tres Guerreros deben viajar a través del tiempo. Su misión: impedir que los Torcedores destruyan todo lo que existe. Pero, ¿qué ocurriría si fracasaran? ¿Qué pasaría si la Tierra tuviera que afrontar su destrucción absoluta? ¡Además, la furia del Señor del Fuego, el ataque de Mangog contra las puertas de Asgard y las amenazas de Ulik y Zarrko, el Hombre del Mañana! 

Contiene Thor 242-253 USA


Jareth: OFICIO Y BUEN HACER

Con esta recopilación en un sólo tomo de varios números del Thor de mediados de los 70, Panini se ha anotado un acierto más en su exitosa  línea Marvel Gold, donde se recopilan cómics  del universo Marvel descatalogados e incluso inéditos por nuestras tierras, y que en su momento tuvieron bastante éxito. En ese sentido, ésta es una obra paradigmática del buen y oficioso hacer de los equipos de Marvel por aquellos tiempos. Por un lado está, a los lapices, el legendario  John Buscema y por otro Len Wein, famoso entre otras cosas por co-crear a Lobezno y por haber escrito algunos de los primeros números de la nueva Patrulla X, antecediendo al gran Chris Claremont. Con estos dos importantes caballos de batalla  de la Casa de las Ideas el resultado no podía defraudar y, sinceramente, no lo hace.

En este volumen he podido encontrar y revivir  parte de la magia que a lo largo de las décadas ha ido convirtiendo en legión a los lectores de cómics de superhéroes. 



¡Si asgard pereciera...!, el recopilatorio que utiliza el título y la portada del número 250 USA, reúne tres arcos argumentales de aventuras del mítico Thor muy diferentes pero que mantienen, más allá del protagonista, una premisa común a todos ellos e irrenunciable en este tipo de comics, que es el entretenimiento y la espectacularidad.  

En el primero de los ciclos, Thor, en compañía de los asgardianos  Fandral, Hogun, Volstagg, y su amada Jane Foster, que se encuentra poseída por el espíritu de Lady Siff, tendrá que aliarse con Zarrko, el hombre del mañana, para viajar en el tiempo y enfrentarse una amenaza que se cierne sobre la Tierra y que viene del futuro. Esa amenaza son los llamados Torcedores del Tiempo, unos impasibles alienígenas que viajan desde el final de los Tiempos, en busca de respuestas, y que con su sola presencia pueden destruir planetas. Una aventura que mezcla a dioses con seres de otros planetas al más puro estilo space opera,  pero donde los rayos lasers son sustituidos por golpes de martillo, confiriendo un marcado tono épico a esta aventura de señas galácticas. Len Wein consigue, casi milagrosamente, conciliar así el mundo mítico de los dioses asgardianos con la ciencia ficción amiga de las paradojas temporales en una misma historia, dejando entrever de paso su admiración, y deuda, por Ray Bradbury o Rod Serling ( creador de la serie televisiva La Dimensión desconocida), como muy bien señala Raimon Fonseca en la introducción a este volumen. 

En el segundo de los ciclos, Thor deberá viajar a la ficticia república sudamericana de Costa Verde que se ve amenazada por un grupo de malintencionados revolucionarios, que cuentan misteriosamente con la ayuda del otrora heraldo de Galactus, el temible y altivo Señor del Fuego. En esta aventura la intervención y ayuda de Jane Foster será fundamental, destacándola no tan sólo como la amada del dios del trueno sino también como personificación de la diosa guerrera Lady Sif. 



En el tercer, y a mí parecer mejor de los tres ciclos del volumen, Thor vuelve por sus mejores ruedos, los de Asgard y la mitología nórdica, desobedeciendo la orden de exilio a la que lo había condenado su todopoderoso padre Odín. Una vez en Asgard deberá enfrentarse al monstruoso Mangog y al sibilino Igron, viajar a los dominios de Hela, la diosa de la muerte, y luchar primero y colaborar después con Ulik, el más fuerte de los trolls. Pero no se encontrará sólo en su aventura si no que tendrán cita en ella personajes como Balder el Bravo, la despechada reina Norn, Karnilla, e incluso Lady Sif, que regresará en sustitución de Jane Foster.



Como curiosidad, en este arco argumental veremos una de las facetas de Thor que luego explotaría espléndidamente Walter Simonson,  y que no es otra que su pavor, incapacidad, inquietud, o lo que sea, que le impide gobernar en sustitución de su padre, el sabio Odín. El Dios del trueno elude esa responsabilidad suprema que le corresponde como heredero, aunque en esta ocasión tenga una buena excusa para ello. Como no, dejará al noble Balder semejante tarea, mientras él se lanza de nuevo al peligro en pos de su padre. 

Pese a la destacada diferencia argumental entre los tres ciclos, los ingredientes básicos de la aventura se encuentran presente en buenas dosis en todos ellos, llegando a su máximo apogeo con el esperado regreso de Thor a Asgard. Los argumentos de Len Wein son sencillos pero atractivos, garantizando un buen seguimiento por parte del lector. Los diálogos también están bien construidos, plenos de coherencia, aunque quizás resulten algo cargantes para los no acostumbrados al lenguaje solemne y operístico de los asgardianos.


Pero si algo hay que destaca en este cómic, como es de rigor en un cómic de estas señas, es su dibujo. John Buscema demuestra en él porque ha sido desde siempre uno de los dibujantes de referencia, yo diría que canónicos, del cómic de superhéroes (...y no me olvido de Conan). Sus ilustraciones rebosan fuerza, dinamismo, y un hálito épico en los enfrentamientos, sin los cuales este cómic se vería terriblemente mermado. En los dos primeros arcos argumentales se encuentra entintado por el más cumplido Joe Sinnot, que refina con pulcritud sus lápices. En el tercero, el entintado corre a cargo de Tony Dezuniga que ya desde la primera página (en el 248 USA) muestra sus diferencias frente al trabajo de Sinnot. Su entintado es más desdibujado, menos fino y detallado, con un trazo más tosco, pero marcado y enérgico, que el de su compañero de oficio. Aunque personalmente prefiero el entintado de Sinnot, más fiel al trabajo de John Buscema, he de reconocer que Dezuniga funciona muy bien en las escenas de combate. En sus manos, las imágenes de lucha, se ven impregnadas de un ímpetu y brusquedad que generan una sensación de poder, fuerza y energía, esenciales para ese tipo de escenas. Me viene, por ejemplo, a la cabeza el sensacional enfrentamiento con Ulik, el troll, y el monstruoso Trogg.



En definitiva, ¡Si Asgard pereciera...!, es un buen cómic para los amantes del género, pero también para todos aquellos que busquen pasar un buen rato, disfrutando de la acción sin respiro que  ofrece un guión trepidante y fluido y unos dibujos francamente formidables. Quizás no sea una obra maestra, ni una obra de referencia, pero sí una buena muestra de ese tipo de cómic popular de los setenta, humilde y sin aspiraciones autorales, ni de trascendencia, lo cual no está reñido necesariamente con la calidad; ese tipo de cómic que esencialmente perseguía, mes tras mes, hacer disfrutar de lo lindo a su público con las hazañas de sus héroes favoritos. Y vaya si lo conseguía. 

El volumen viene completado con una historia en dos partes, guionizada por David Kraf y dibujada por Pablo Marcos, que francamente es bastante olvidable desde ambos puntos de vista. En ella se cuenta el enfrentamiento de un jovencísimo Thor con un joven gigante que deparará una enseñanza para ambos. 




Mi valoración: 7  (sobre 10).

martes, 7 de febrero de 2012

"EL PALACIO DE LA LUNA" de Paul Auster


EL PALACIO DE LA LUNA

Autor: PAUL AUSTER
ISBN: 9788433914545
Género: Narrativa
Editorial: ANAGRAMA
Fecha de edición: 2002

Fecha de aparición: 1989

Sinopsis:

Marc Fogg, hijo de padre desconocido, alcanza la edad adulta cuando el hombre llega a la luna. Rescatado por la bella Kitty Wu de la indigencia y la locura, Marc escribe la biografía de un anciano pintor paralítico, que éste quiere legar a un hijo al que jamás llegó a conocer. Tras un fascinante periplo marcado por el influjo de la luna, Marc descubrirá los misterios de su origen y la identidad de su progenitor.


Jareth: UN BUEN INICIO


Esta fué la primera obra de Auster que leí y a la que he de confesar me acerqué con algunas reticencias y pocas esperanzas de encontrar algo que valiera la pena. Afortunadamente me equivoqué y de largo. 
El Palacio de la Luna me ha parecido una novela arrebatadora, sólidamente escrita, con unos personajes interesantes, bien trazados y con unos más que notables diálogos.
Una novela con giros y escenarios más que sorprendentes, todos ellos firmemente ligados entre sí; que sí, que como algunos han destacado, en ocasiones resultan poco verosímiles (aunque yo más bien diría improbables, ya que podrían suceder aunque su probabilidad sea muy remota). No obstante, ¿no es acaso esa una de las licencias del escritor? el poder forzar los destinos, circunstancias y coincidencias en la vida de sus personajes, dotándolas de un sentido último, eso aunque este fuera el sin sentido de las cosas o el mero azar. 
Una novela henchida de dureza, de crudo existencialismo, una especie de road-movie vital pero descorazonadora en sus efectos. 
Muy recomendable, aunque ni yo mismo creyera en ello antes de leerla.

Mi valoración: 9 (sobre 10)




jueves, 2 de febrero de 2012

"FLASH GORDON. 1934-1939 PÁGINAS DOMINICALES" de Alex Raymond




FLASH GORDON. 1934-1939/ PÁGINAS DOMINICALES

Autor: ALEX RAYMOND
ISBN: 8467427027
Género: Cómics, Novela Gráfica
Editorial: PLANETA DE AGOSTINI
Fecha de edición: 2006
Número de páginas: 304



Sinopsis:

No es casualidad que la primera estapa de este clásico de la prensa norteamericana sea conocida como "el Flash Gordon de Alex Raymond". Con su elegante trazo y esmerada composición, este extraordinario dibujante norteamericano convertiría a FLASH GORDON en un cómic de referencia, tanto para los lectores como para muchos profesionales de la historieta. En este primer tomo, Raymond despliega su capacidad para crear entornos fantásticos y figuras de gran impacto visual y relata la epopeya de Flash Gordon, Dalen Arden y el Dr. Zarko en su llegada al planeta Mongo.
Recuperando el espíritu de la aventura exótica, mezclada con géneros como la fantasía y la ciencia-ficción, Raymond diseña recargadas y estilizadas ciudades y mundos primitivos donde gobierna la naturaleza salvaje. Al mismo tiempo, el trío protagonista se cruzará con hombres-halcón u hombres-león y se enfrentará al cruel Ming, el despótico tirano de Mongo.


Jareth: UN CLÁSICO ENTRE LOS CLÁSICOS

Acabo de leer el primer volumen de la excelente reedición, por parte de Planeta de Agostini, de las páginas dominicales del Flash Gordon de Alex Raymond y estoy extasiado. Todo un hallazgo para mí después de que se publicará por vez primera hace unos 70 años.

Todo el mundo, más o menos, ni que sea por el cine, los dibujos, o de oídas, tiene una ligera idea de quien es Flash Gordon pero pienso que son muchos los que no conocen la obra original de este personaje y de su talentoso creador, Alex Raymond. Después de haberlo degustado personalmente, no puedo decir más que me parece una pena. Ahora puedo entender el por qué se le considera uno de los grandes clásicos del cómic de todos los tiempos y a su autor, Alex Raymond, uno de los dibujantes más influyentes del cómic, como Hal Foster u otros.

Pero que nadie se lleve a engaño. Flash Gordon es una obra que peca de la inocencia e ingenuidad, de la simpleza, de un género floreciente, la space-opera, de la que fue pionera y probablemente uno de sus máximos exponentes. Sus personajes (como en Star Wars otro de sus hitos, en este caso cinematográficos) son puros y bastante invariables, con alguna rara excepción como la maravillosa y sensual Aura. Flash no deja de ser  el héroe comprometido, valiente, triunfante, que es capaz de tropezar varias veces con la misma piedra por fidelidad a sus ideales sin que estos se vean cuestionados (por ejemplo, lo traicionan varias personas, después de que los salve de la muerte, y aún así sigue salvándolos a todos y cada uno sin excepción, bueno o malo, aunque se vea que lo volverán a tracionar). Dale Arden es su compañera sufridora, celosa, temerosa, pero capaz de las acciones más valientes por salvar a su amado. Y así el resto de personajes, siendo quizás la más interesante, como decía, Aura, que pasa de ser una joven perversa, manipuladora, caprichosa, y con un fuerte componente sexual, a una entregada y fiel esposa, por obra de la influencia de Flash y sus amigos, y por su progresiva separación de su padre el despiadado Ming. De hecho,  Aura es la exposición en personaje de la idea de que las personas no son malas ni buenas de por sí, si no que los modelos de conducta que los envuelven son determinantes  en la configuración de su propio carácter (primero Ming, luego Flash y Barin).



El cómic tiene un ritmo vertiginoso  donde no paran de sucederse aventuras y peligros sin respiro, de los que uno está seguro que Flash acabará saliendo victorioso, pero donde lo que le importa es ver y disfrutar de cómo lo hará. Las tramas son poco elaboradas pero entretenidas. Básicamente este aspecto viene determinado por su tipo de publicación, ya que el hecho de que semanalmente se publicara una página obligaba a que en cada de una de ellas hubiera suficiente acción y atractivos como para hacerla interesante por si sóla. Por otro lado, la historia no podía ser excesivamente difícil de seguir por si alguien se perdía alguna entrega o se sumaba in media res a la serie. De hecho cada página viene encabezada con un pequeño resumen para re-situar al lector.



Hasta aquí los más objetable, porque lo demás me ha parecido fantástico.

El dibujo de Raymond es prodigioso. Es una gozada ver su evolución hasta llegar a unas cotas de excelencia y realismo destacadas. Su dominio de las formas anatómicas, de los encuadres, el movimiento, etc. El diseño de sus criaturas, de los escenarios, las naves, la maquinaria, el vestuario de los personajes ( rastreable su influencia en el personaje del Robin de Bob Kane o en la versión de Robin de los Bosques de Michael Curtiz), sus peinados, etc. Unos diseños que, aunque rompedores y sofisticados en su época, hoy día tienen un toque marcadamente retro y operístico. No obstante, eso no tiene porque ser un impedimento, que la convierta en una obra actualmente sólo apta para nostálgicos. Yo, por ejemplo, no había leído nada de Flash Gordon y me ha fascinado visualmente. Además, ese toque retro lo hace aún más exótico y fantástico a los ojos de un lector de hoy. Sorprende, también para la época, el toque decididamente sexual de muchas de sus ilustraciones, donde aparecen unas mujeres preciosas y esbeltas con más bien poca ropa o cuanto menos un vestuario muy sugerente. Sin duda, era un género no ideado para un público juvenil si no cuanto menos adolescente o adulto, diría yo, pese a lo simple de sus planteamientos. No se debe olvidar que el cómic al fin y al cabo nació como un fenómeno marcadamente popular, de masas, como el cine. Aún habría de pasar tiempo para que llegara a una mayor densidad argumental y significativa, pero no por ello son despreciables sus inicios si no todo lo contrario. 



Casos como el de FLASH GORDON de Alex Raymond merecen ser rescatados y recuperados, como lo que son: obras pioneras, enormemente influyentes, fruto de autores de enorme talento. Pero no sólo por eso, si no porque al menos yo, y confió que otros, se lo pasarán como enanos con las andanzas de Flash y sus amigos en el peligroso y fascinante mundo de Mongo.


Mi valoración: 9 (sobre 10)