jueves, 9 de febrero de 2012

"LA ODISEA" de Pérez Navarro y Martín Sauri



LA ODISEA


Autor: PÉREZ NAVARRO, MARTÍN SAURI
ISBN: 9788498472400
Género: Cómics, Novela gráfica
Editorial: NORMA EDITORIAL
Fecha de edición: 2007
Número de páginas: 72


Sinopsis:

Después de diez años de guerra ante las puertas de Troya, Odiseo pone rumbo a Ítaca para volver a su patria y a los brazos de su amada esposa Penélope. Sin embargo, la aventura apenas acaba de empezar, pues dioses, monstruos y hermosas hechiceras van a convertir el viaje de regreso del héroe griego en una auténtica gesta alabada y admirada por los hombres a lo largo de los siglos…


La adaptación del poema épico de Homero, llevado a las viñetas por Pérez Navarro y Martín Saurí, vuelve a la escena del cómic con esta nueva edición que recupera para el público actual una de las obras clásicas del cómic español.


Jareth: NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA


Eso debieron pensar los editores de la revista de cómic gala “Metal Hurlant” cuando el guionista Pérez Navarro y el dibujante barcelonés Martín Saurí le presentaron su ambiciosa adaptación de “La Odisea” de Homero. Vista hoy día, cuesta pensar que semejante obra tuviera dificultades para encontrar un editor en nuestras fronteras y que tuviera que ser el país vecino quién le diera su primera oportunidad; pero como bien reza el dicho: nadie es profeta en su tierra. 



Afortunadamente, Norma comics rescata, en una cuidada edición especial del 25 aniversario de su publicación, esta joya del cómic nacional. 



“La Odisea” de Navarro y Martín Saurí resume y adapta en tan sólo sesenta y tres páginas una de las piezas fundamentales y fundacionales de la cultura y literatura occidental. Hablo, evidentemente, del vasto poema conocido como “La Odisea”, atribuida por lo general a ese aedo ciego, apodado Homero (“el que no ve”), del que la crítica moderna, al igual que ya hiciera la antigua, discute si realmente existió y si pudo ser el autor de dos obras tan magistrales pero distintas como lo son “La Odisea” y “La Iliada”. Curiosamente es en Ítaca, la áspera isla del mar Jónico y patria de Odiseo (o Ulises si prefiere su forma latina), donde un tal Melesígenes fue atacado de un extraño mal en los ojos que lo condujo a la ceguera. Ese Melesígenes, según cuenta Herodoto, fue el que posteriormente sería mundial y eternamente conocido por Homero.



“La Odisea” es un vasto poema épico divido en rapsodias y compuesto en hexámetros que data del s. VIII a.c, o incluso antes, que narra parte de las aventuras y pericias del muy sufrido y errabundo Odiseo, en su regreso a su tierra junto a su mujer Penélope y su hijo Telémaco, tras la guerra de Ilión (más conocida como Troya). Un regreso que le llevaría no pocos años, por cierto.

“La Odisea” es, al igual que su hermana “La Iliada”, el último eslabón de una multisecular cadena de poesía épica tradicional y oral que se formó y desarrolló en la antigua Grecia; una poesía que está provista de recursos expresivos formulares que permitían su memorización y recitación por parte de los bardos de la época, los aedos, para regocijo y enaltecimiento de sus oyentes. Claro está, que la adaptación de Navarro y Martín Sauri, pese al enorme respeto mostrado por la obra en que se fundamenta, no puede reproducir ni su forma poética ni toda su riqueza. Exigírselo sería descabellado cuando no injusto. No obstante, eso no quita que la ambiciosa propuesta de estos dos españoles esté plagada de atractivos y virtudes llegando a constituirse en una obra, si no fundamental, si destacada dentro del panorama de la historieta o cómic.



En primer lugar, Pérez Navarro consigue condensar en pocas hojas los momentos más memorables y significativos del mítico viaje de Odiseo. Y lo hace francamente bien, captando en sus textos de apoyo y diálogos el espíritu del original griego, pero adaptándolo a unas formas narrativas y estilísticas más atractivas para el lector moderno. En definitiva consigue una construcción sólida y que se lee bien, sin fisuras, estridencias, ni torpezas, lo cual no es baladí puesto que la enormidad y complejidad del poema homérico podría, en manos de un guionista menos hábil, conducir precisamente a lo contrario: un conjunto de escenas de enorme atractivo pero mal hilvanadas entre sí. Por suerte- como decía- no es así, permitiendo al lector deslizarse por una lectura grata y fluida que se muestra sumamente generosa con su compañero de andanzas, el apartado gráfico, permitiendo que sea éste quién se erija como punto fuerte de la obra. 



Martín Saurí ofrece en ésta, su Odisea, un trabajo excepcional que roza lo legendario tras un esfuerzo que se percibe titánico. Quizás no sea comparable a los doce trabajos de Hércules pero poco le falta. Sus ilustraciones son, en todo momento, dignas recreadoras de un cosmos mítico donde la épica refulgía como nunca más lo hizo. Los cuerpos de los protagonistas, como no podía ser de otra forma, son esculturales y poderosos, apareciendo en la mayoría de los casos si bien no desnudos si escasos de ropas. Se puede apreciar así el dominio de Sauri de unas anatomías dignas de dioses, que desprenden vigor y fuerza en cada una de sus posturas. Viendo sus ilustraciones, diríase que su pluma se impregno para la ocasión de la grandiosidad y el exceso de las figuras de Miguel Angel, aunque el rastreo de sus influencias sea muy diverso. Se pueden apreciar en sus ilustraciones la impronta de sus admirados Doré, Foster o Alma Tadema (que también es santo de mi devoción).



Una de las pegas que le he encontrado a su dibujo, aún reconociendo sus muchas virtudes, es que en ocasiones las posturas de las mujeres me han parecido poco naturales, muy afectadas, o directamente de pose de revista erótica, para que nos entendamos. Incluso en aquellas ocasiones que se supone no posan para nadie se dan algunas de estas posturas, lo cual me hace pensar que Sauri o bien pretendía recrearse personalmente en estas figuras, o bien seducir de la manera más descarada posible al lector masculino. Ahora bien, esto es una menudencia, que para alguno/s será incluso un acierto, en la tarea de recrear un mundo henchido de fascinación, violencia y erotismo.

A destacar, también, su maravillosa utilización y dominio del blanco y negro en un cómic que no tiene, ni necesita, color. A mi juicio, consigue dotar a cada página de su dosis adecuada de luz, haciendo que unas respiren más con el blanco, mientras que en otras el negro se desparrama en mil direcciones adueñándose de la escena y sombreando magistralmente todo aquello que toca.

Pese a ser una obra unitaria, obra de un mismo ilustrador, se nota que Sauri experimenta en diferentes viñetas con diferentes estilos. Y lo hace sin estridencias, con gran tino, consiguiendo un resultado interesantísimo y variopinto de su arte. 



Por último deciros que aquellos amantes de las viñetas impactantes, de esas viñetas que por si solas representan una escena de enorme fuerza expresiva, a las que el texto casi le sobra, disfrutaran como enanos con este cómic. Es prácticamente imposible dejar sus páginas atrás sin que un buen puñado de imágenes míticas queden grabadas en la retina. De hecho, mientras escribo estas líneas se me aparece con claridad la agónica imagen del ctónico Titio, encadenado a una roca, pugnando con dos buitres que, cual alimañas aladas, le roen el hígado con sus afilados picos. Una imagen que bien valdría para representar a Prometeo, aunque no es el caso porque se trata de la Odisea, de Homero… y ahora, también, de Pérez Navarro y Martín Sauri.


Mi valoración: 8 ( sobre 10)

4 comentarios:

  1. Es espectacular que 2500 años despues de La odisea, las historias nuevas, todas parece que sigan los patrones que marcó Homero. En casi todas las historias es casi mas importante el viaje en si, que el destino al que se pretende llegar.

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  2. Tienes razón, Luis. La influencia de Homero es enorme, tanto que se hace prácticamente imposible su total rastreo y registro. De hecho se acostumbra a considerar que "La Odisea" y "La Iliada", junto con la Biblia hebrea, son los textos más influyentes e importantes de la cultura europea. Los filósofos Adorno y Horkheimer tienen una obra, "Dialéctica de la Ilustración", donde alumbran increíblemente está realidad y sus consecuencias. Y es que Odiseo y sus andanzas dan para mucho.

    Saludos desde dentro del laberinto.

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  3. Ahora acaban de publicar una edición coloreada que es una auténtica delicia para la vista.

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    1. Sí, la estuve ojeando recientemente y la verdad es que el color la hace muy atractiva a la vista. No obstante, yo al menos, que ya la tengo en la edición original en blanco y negro, no volveré a comprarla. Es cuestión de que los que aún no tengan la obra decidan cual de las dos opciones les merece más la pena.

      Por cierto, que me dio la impresión que incluso el tamaño de página era mayor, aunque no podría asegurarlo.

      Saludos desde dentro del laberinto y gracias por pasarte por aquí y comentar.

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