jueves, 25 de octubre de 2012

"ESPADAS Y BRUJAS" de Esteban Maroto


ISBN: 9788499475073
Editorial: Editores De Tebeos (EDT)
Fecha de edición: 2012
Número de páginas: 256


Jareth: SWORD & SORCERY

En el principio estaba Frank Frazetta. Al menos en el descubrimiento por parte de Esteban Maroto, allá por los 60, del género de Sword and Sorcery, más conocido en nuestras tierras por aquel entonces como  Espada y Brujería y que muchos hoy llaman Fantasía Heroica o Épica. Este subgénero literario, aparecido  a finales de los años veinte en la revista pulp "Weird Tales", se caracteriza por narrar las aventuras y lances amorosos de aguerridos héroes en  mundos con resonancias medievales y ciertas reminiscencias orientales, donde la magia y lo sobrenatural están siempre a la vuelta de la esquina.  Su principal exponente y fundador es el célebre Robert E. Howard y, sin duda, el personaje más icónico de este tipo de subgénero es su más conocida creación, Conan el bárbaro. 

Si bien es un subgénero que posteriormente se ha metamorfoseado y diversificado considerablemente, si que es cierto que en un origen la Espada y Brujería tenía como  canon ineludible el universo howardiano. Luego llegó Tolkien inaugurando un nuevo y exitoso rumbo. Pero esa ya es otra historia. 




Como comentaba antes, en el principio estaba Frank Frazetta. El mismo Maroto así lo recuerda en este integral, cuando explica que su primer acercamiento y enamoramiento del género vino de las fascinantes portadas de las novelas de Conan, realizadas por Frazetta. A partir de aquí todo era cuestión de tiempo. En el año 1969, Luis Gasca le pidió a Maroto una idea para una historieta a publicar en una revista y así nació Wolff, la primera incursión del madrileño en el género. 

A éste le seguirían Dax, que en un principio nació con el nombre de Manly, y por último Korsar. Todos ellos itinerantes guerreros bárbaros con pequeñas variantes entre sí. 




El tomo integral de EDT reúne en una lograda edición  las aventuras completas de estos tres personajes, con algunos extras como el prólogo de Juan Miguel Aguilera, textos del mismo Maroto sobre su obra, portadas de ediciones originales de los personajes,  e incluso un divertido artículo de ¡Roy Thomas!, el célebre guionista de los cómics de Conan y tantas, tantas otras historias del sello Marvel.  Y es que que una celebridad internacional como Thomas dediqué un texto de dos páginas para está edición no es casual. He de reconocer que aunque yo no lo conocía hasta la fecha, Maroto es un autor con una trayectoria nacional e internacional importante, que no sorprende o extraña cuando uno contempla alguna de sus espectaculares páginas. Los amantes de las curiosidades descubrirán con esta edición cosas como que, por ejemplo,  fue él quién diseño el conocido "bikini de hierro" de Red Sonja.




Las primeras 62 páginas del volumen recogen las aventuras del bárbaro Wolff que de regreso a su poblado topa de bruces con la más horrible cara de la muerte y la desesperación. Su poblado ha sido arrasado y el único superviviente de su tribu parece ser un viejo anciano que, cubierto con las pieles de un lobo, explica al guerrero lo sucedido. Le cuenta que, en su ausencia, llegaron al poblado los espíritus de los brujos buscando víctimas para sus horripilantes ritos satánicos, exterminando hasta al último de la tribu. Pero el furibundo Wolff, misteriosamente, oye algo que desafía a las desoladoras palabras del anciano. A su mente acude la sobrenatural llamada de su amada Bruma, pidiéndole ayuda, así que no duda en lanzarse a la peligrosa búsqueda de los brujos  en pos de supervivientes. 

El ciclo de Wolff explica, a través de diversos capítulos y micro-aventuras, el arduo periplo de este  guerrero hasta conocer el destino de los suyos. Su viaje le llevará a trabar encuentros con terroríficas criaturas, escalofriantes deidades y brujos, y  bellas y misteriosas mujeres, siempre escasas de vestuario. Vamos, que en este sentido Wolff ofrece todos los ingredientes esenciales y característicos del género.




El procedimiento de trabajo en Wolff, tal y como nos refiere su autor, consistía en que Maroto dibujaba lo que le apetecía a partir de  una pequeña sinopsis de su propia creación y Luís Gasca, bajo el seudónimo de Sadko, escribía los textos finales. Un procedimiento que muestra claramente el espíritu de la obra y su principal valor: la libertad creativa visual de Maroto para recrear remotos mundos de ensueño y barbarie. 

Leyendo Wolff se nota ese talante un tanto "anárquico" de la narración sin que ello sea un problema. Principalmente porque el lector ve secuestrada su atención por las maravillosas escenas gráficas salidas de la tinta de Maroto. El argumento, que es bien sencillo, se acaba convirtiendo en una suerte de excusa o motivo con el que hilvanar las fantásticas imágenes, lo cual no significa que la historia carezca de sentido y dramatismo.

Los diálogos y textos de apoyo, pese a la sencillez argumental, están bien escritos y reproducen ese estilo barroco característico de las novelas de Howard y los cultivadores del género. Además, ayudan a reforzar la atmósfera lograda por el dibujo y a orientar al lector en el argumento, explicándole en algunos casos lo que acontece. En nada que uno se fija se da cuenta que abundan más este tipo de textos funcionales literarios, de voz en off, que los diálogos propiamente dichos. Y es que se  percibe claramente esa orientación literaria del cómic y el procedimiento de trabajo del que es fruto.




Otro de los aspectos llamativos, y también propios del género, es que a excepción del personaje protagonista nadie está verdaderamente a salvo en estas historias. La muerte asoma por todas partes para los personajes secundarios, con los que no se tiene ninguna piedad. 

Cuando uno lee una narración de este tipo, y más si se trata de un saga, sabe que por muchos que sean los  peligros que acechen y flirteen con el protagonista éste acabará superándolos. Es lo que se espera y tácitamente se acepta. Da igual el saber de antemano que lo conseguirá porque lo que prima es disfrutar con la superación en si misma, con la forma y las imágenes que esta lucha con el peligro posibilitan, con el espectáculo de la acción y la aventura. Sin embargo, eso no significa que los personajes más "prescindibles" puedan acogerse a esta regla, ya que todos ellos constituyen una apreciable posibilidad para reforzar esa idea de mundo bárbaro, despiadado y crudo. Una realidad darwinista en su más primitiva formulación, en la que únicamente el más fuerte sobrevive. 




Maroto en Wolff comenzó a trabajar su estilo dentro del género. Su base es realista, siguiendo la estela de Frazetta, Raymond, Foster y algunos otros, pero supo darle la suficiente flexibilidad para adaptarla a la riqueza inventiva que requiere el fantástico. Y ello no significa únicamente dibujar calaveras, criaturas y mujeres de ensueño. No. También significa crear unas planchas ingeniosas desde el punto de vista de la composición, donde la imaginación y la magia  transpiren desde el papel, y donde la realidad solo sirve de base desde  la que edificar fantasías. 

Pienso que Maroto entendió eso a la perfección, ejecutándolo por si fuera poco con plena maestría. 

A lo largo de todo el integral, y no sólo hablo de Wolff,  va modulando su trabajo de tal manera que al finalizarlo uno cree haber asistido a una magistral clase de las inmensas posibilidades del blanco y negro. Los recursos de Maroto son tan amplios en este sentido que sólo puedo conminaros a que lo comprobéis por vosotros mismos. 

Cierto es que el bestiario de criaturas por él creadas no son especialmente ingeniosas desde el punto de vista del diseño ( muchas de ellas recuerdan dinosaurios o iguanas), pero lo solventa con la creatividad de sus composiciones.




El segundo protagonista del integral es Dax, un bárbaro en este caso rubio, con un toque más refinado que Wolff pero que sigue respondiendo totalmente a las señas e idiosincrasias de este tipo de personajes. 

Personalmente Dax, y aún con lo que me ha gustado Wolff, supone una evolución positiva de Maroto en el género. Visualmente sus páginas parecen más detalladas,  más refinadas,  menos toscas, que las de su antecesor.




A nivel argumental también la mejora es apreciable, ya que pese a su carácter deslavazado las historias de Dax son más ingeniosas, más ricas en matices y referencias. Son episodios autoconclusivos en los que Maroto en pocas páginas explota  buenas ideas, sacándoles  todo el jugo desde el aspecto visual pero también narrativo. Son historias atmosféricas, sencillas, pero impactantes. En muchas de ellas juega con referentes clásicos de la cultura mediterránea, a los que les sabe dar un nuevo rumbo sin perder su atractivo y encanto original. De hecho, a mi parecer consigue una cosa muy propia de la ilustración, que es convidar a la imaginación. Con sus historias simples, pero henchidas de magnetismo, y sus sugerentes dibujos, Maroto empuja a la ensoñación, a la fantasía sin trabas. Después de leer una de sus historias, ya con el argumento concluso, uno puede remirarlas y dejar vagar sus sentidos únicamente por sus poderosas imágenes en busca de nuevos rumbos. Me explico. Muchas veces miramos ilustraciones, sobretodo en las portadas de los libros, que avivan nuestra fantasía y que en realidad poco tienen que ver originariamente con el contenido. En el género de la Espada y Brujería, por ejemplo, cantidad de portadas de autores que no tenían nada que ver con el contenido se han aprovechado como cebo para el posible comprador. Con ello me vengo a referir, que son ilustraciones, con una imaginería visual tan potente que uno puede encajarlas como escenas de un montón de argumentos. Cuando somos niños es muy habitual recrearse en este tipo de imágenes, desprendidas de un argumento claro, para dejar vagar nuestra mente en busca de una historia para ella. A eso me vengo a referir. Con las ilustraciones de Maroto uno vuelve a participar de ese juego recreativo, que va más allá del propio argumento.  




Un aspecto que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho de las aventuras de Dax es que todas ellas vienen introducidas por unas breves y climáticas palabras sobre fondo negro, a modo de poema, que  enlazan  con el sentido de la historia a la que preceden.  Un detalle de calidad enraizado directamente con ese género barroco y mítico de la Espada y Brujería. 

Y una curiosidad para los amantes de Lovecraft y sus mitos de Cthulhu. En la página 110, dentro de una de las aventuras de Dax, la bruja lanza un hechizo que suena así: "!!..ia cthulhu...fhta´gn yogsothoth.ia!!"

Sin duda la etapa de Dax es con diferencia la que más me ha gustado de las tres. Por algo es la más exitosa y recordada.



Por último el integral nos ofrece las aventuras de Korsar, otro bárbaro moreno similar a Wolff, al que encontramos preso en unas lúgubres mazmorras esperando la muerte. Pero su suerte cambia cuando recibe la visita de Sayda, una escultural belleza que es ofrecida como último placer para los reos. De la alianza de ambos surgirá la posibilidad de huir y correr unas cuantas aventuras.

Korsar fue creado para la revista alemana "Pip", por petición expresa de su editor Rolf Kauka, con unas señas más eróticas incluso que las de sus antecesores. En sus aventuras se retrata un mundo que se mueve esencialmente por las fuerzas de la violencia y el deseo sexual. El protagonista llegará a depender, para escapar de las peligrosas situaciones en que se ve envuelto, de sus artes amatorias tanto como de su habilidad para la lucha. Y es que uno de los elementos clave que no podían faltar en este tipo de género, y que se halla presente en las tres sagas del integral,  aunque en diferente medida, es el erotismo. Todas estas historias de Maroto rezuman sensualidad y libido. Solo hay que ver la belleza y esbeltez de cada una de las mujeres, o hembras, porque algunas ni siquiera son humanas, con las que deleita al público masculino. Además es un erotismo del que no están libres ni los brujos ni las criaturas del inframundo, ya que son numerosas las imágenes de beldades envueltas y abrazadas lascivamente por horripilantes y nauseabundas criaturas. Aunque claro está, ellas siempre preferirán rendir sus voluptuosos favores a los apuestos y esculturales bárbaros protagonistas, incluso en aquellos casos en que las consecuencias  les acaben pesando.

Maroto, como no,  aprovecha esas circunstancias para demostrar su gran dominio de las formas anatómicas, ya sean de hombre o mujer. Unas formas a las que sabe imprimirle una enorme fuerza y energía en las escenas de acción.




Con el personaje de Korsar, Maroto retoma una estructura de continuidad más similar a la de Wolff , que poco tiene que ver con el carácter fragmentario, de micro-relatos independientes de Dax-Manly.

Otra de las novedades respecto a sus antecesores es  el mundo donde se desarrollan las historias. Las tribulaciones de  Korsar, pese a mantener la estética de Espada y Brujería, parecen tener lugar  en otro planeta y no en una edad remota y barbara de la tierra. Su tono es ligeramente más futurista ya que, por primera vez,  aparecen aeronaves con forma de bajel y astros planetarios  en el cielo de sus viñetas. En ese sentido me ha recordado un poco a Edgar Rice Burroughs y su "John Carter".




En lo gráfico Maroto, una vez más, vuelve a estar sencillamente deslumbrante.  La artisticidad y brillantez de sus planchas hacen comprensible porque  se exponían sus dibujos en galerías de arte, en una época en que éstas estaban vetadas para los autores de cómic. 

Puede que la mayoría de estas historias de Maroto no sean terriblemente originales, ni sus personajes tampoco, pero supo dotarlas a través de su dibujo de una energía, vivacidad, y encanto, que uno rápidamente se olvida de ello, cumpliendo sobradamente en su objetivo de entretener y fascinar.

En cuanto a la edición por parte de EDT, sumar a lo dicho anteriormente, que se agradece el tamaño de la misma para disfrutar plenamente del talento gráfico de Maroto. Es una francamente buena edición en la que, no obstante, he encontrado  que   las páginas 187 y 188 están intercambiadas. Es decir que aunque la numeración es correcta la que debiera ser la plancha 2 de la historia "Dragón" es la 3 y a la inversa. También he detectado, aunque ya no sé de quién sea el error, que en las aventuras de Korsar el nombre de un personaje cambia hasta tres veces (Antina/Atla/Alta). Pero bueno, minucias en un integral realmente delicioso. 




Navegando por youtube he encontrado un fantástico vídeo en el que, al son de la fácilmente reconocible  partitura de Poledouris para Conan, el Barbaro, se muestran algunas preciosas imágenes del trabajo de Maroto en Dax. Aquí os lo dejo para deleitaros la vista y los oídos. 




Tampoco quisiera acabar mi entrada sobre "Espadas y Brujas" sin rendir homenaje a su inspiración original. Como ya dije al comenzar la entrada, en el principio estaba Frank Frazetta. Os dejo también para vuestro disfrute este estupendo vídeo que rinde tributo a su arte montando algunas de sus inolvidables imágenes  con  música de William Kraft.


Y hablando de videos, Frazetta y William Kraft, tampoco quisiera dejar de recomendaros "Tygra: hielo y fuego", la película de animación dirigida por Ralph Bakshi en  1983 con la colaboración de Frazetta ( su música es por cierto la que suena en el vídeo). Película que cuenta con un sencillo y eficiente guión de género por parte de  Roy Thomas y Gerry Conway, y que utiliza la técnica del rotoscopio ( imágenes reales sobre las que se dibuja), que luego el mismo Bakshi volvería a utilizar en su atmosférica  versión de "El señor de los Anillos" ( inolvidable la música de Leonard Rosenman).

"Tygra: hielo y fuego" fue en 2003 incluida en la lista de la Online Film Critics Society de mejores películas de animación de todos los tiempos con el puesto 99.

Quiero agradecer  y reconocer desde aquí a los dos creadores de los vídeos que aparecen en esta reseña,  rs3taylor y gutispel, no solo su buen trabajo sino también el haberlos compartido  en la red para disfrute de todos. 


Mi valoración de "Espadas y Brujas":  7'5 (sobre 10)


"Dragón" la versión de Maroto de Sant Jordi

11 comentarios:

  1. Muy interesante tu entrada sobre Maroto, y eso que reconozco que ni lo conocía, ni es un estilo visual que yo prodigue. Lo más parecido que he leido o he tenido (tengo) en mi comicoteca es la serie de Haxtur de Victor de la Fuente, serie que descubrí en las páginas de TRINCA, y cuyo dibujo me recuerda poderosamente al de Maroto.

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    1. Está claro que es un estilo en las antípodas de la escuela de Marcinelle o de Bruselas. Un estilo como decía con un marcado tono realista ( independientemente de las licencias creativas). Yo, que soy bastante ecléctico en mis gustos, intento descubrir un poco de aquí y un poco de allá, aunque eso redunde en que mis lecturas sean bastante dispersas. Tendrías que ver mi comicoteca ja,ja Variedad lo que se dice variedad tiene.

      La verdad es que este integral de Maroto ha sido una grata sorpresa para mí, que gusto del Conan de Buscema y Barry W. Smith. Se agradece la labor de EDT que está recuperando muchos de estos clásicos del cómic nacional que demuestran que nuestros dibujantes tampoco tenían, ni tienen, tanto que envidiar a otros. Y la verdad es que el precio de 24 euros de este integral lo hace muy atractivo.

      Aunque lo desconociéramos mírate esta entrada de rtve que se hace eco de la noticia de su reedición:
      http://www.rtve.es/noticias/20121019/libro-recopila-comics-guerreros-barbaros-del-dibujante-esteban-maroto/571004.shtml

      Haxtur no lo he leído, Chesus, aunque lo conozco y he visto bastantes ilustraciones de Victor de la Fuente. No obstante y las similitudes, Maroto me parece más experimental en sus composiciones. Si tienes oportunidad de ojearlo cuando vayas de tiendas ya me dirás si estas de acuerdo.

      Saludos desde dentro del laberinto, Chesus!!

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  2. Yo a Dax ya lo conocia gracias a un comic de unas 120 pag. que saco planeta hace muchos años dedicado a este personaje.Y la verdad es que me parecieron muy interesantes estas pequeñas historias,con una gran cantidad de texto que hacian que te metieras mas en la historia que contaban.
    Y gran pelicula la de Tygra,hielo y fuego.Para mi lo mas increible es que en 1983 pudieran haber echo una pelicula de animacion con tanta calidad.Muy recomendada.

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    1. Pues aunque Wolff y Korsar son similares y también están bien, me quedo sin dudas con Dax. Sus historias me han gustado más. O sea que pienso que ya has leído lo mejor de los bárbaros de Maroto, Kyoto.

      Coincido en la calidad de Tygra. Si te fijas en el video dedicado a Frazzeta aparecen algunos personajes y diseños de Tygra.

      También soy un fan confeso de "El señor de los Anillos" de Bakshi, que utiliza la misma técnica de animación. Quedó incompleta pero se nota a la legua que Jackson la tuvo en cuenta al realizar la suya.

      Saludos desde dentro del laberinto!!

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  3. Magnifica entrada, muy completita.
    La verdad es que Maroto en esta época esta sembrado. Me encantan esas viñetas a toda pagina con esas chicas maravillosas, esos demonios y personajes infernales pululando por doquier.
    La película Tigra es magnifica, fue una manera de acercar los cómics al cine, después sacaron otras con menor fortuna como Metal Hurlan. El Señor de los Anillos me pareció pésima, demasiada historia para tan poca duración y con unos medios muy pobres.
    La que me gusto mucho cuando la pude ver, fue Rock & Rule de Nelvana, muy recomendable tanto en la música como en la animación, y con unos temas musicales de autores tan conocidos como: Deborah Harry, Lou Reed o Iggy Pop entre otros.
    Un saludo

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    1. Gracias, Francisco.

      Para mí ha sido un descubrimiento Maroto, al que ya veo tu conocías hace tiempo.

      También veo que ¡todos coincidimos con lo de Tygra! No así en lo de "El señor de los anillos", película que me encandiló cuando la vi en un cine de verano de pequeño. Sí que es verdad que se reduce muchísimo la obra de Tolkien, pero era inevitable. Impensable hacer tres películas tan extensas como ha podido Jackson. De hecho, estaba previsto ya desde el principio hacer un par de películas más pero su fracaso en taquilla hizo que el proyecto no continuara. El guión no me parece malo aún con los inevitables recortes. Por algo viene firmado por P.S. Beagle, el autor del clásico de fantasía "El último unicornio" (buena peli de animación también su adaptación) Independientemente de sus carencias pienso que es una película con una atmósfera muy conseguida, que capta a la perfección el espíritu de la Tierra Media y con unos Nazgûl terroríficos que poblaron mis pesadillas durante tiempo. La banda sonora, que tengo incluso en ¡disco!, es maravillosa.

      La de Rock & Rule de Nelvana no la he visto o sea que tomo buena nota de ella. ¡Gracias por el chivatazo!

      Saludos desde dentro del laberinto.

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  4. En el señor de los anillos esta muy conseguido el ambiente los diseños y el guión, la pena fue que el final se empobrece mucho, la animación empieza a bajar de calidad y comienzan a usar el rotoscopio sin dibujar, directamente coloreado y eso canta mucho. (se quedarían sin presupuesto)
    Cuando me refiero a Metal Hurlan he querido decir La película Heavy Metal.
    Saludos

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    1. Sí, Francisco. Algo de eso debe haber, porque algunos personajes al final, como bien apuntas, están "menos" dibujados. Me vienen a la cabeza algún Rohirrim, Gandalf y, sobretodo, los orcos que tienen un toque muy fantasmagórico. ¿Sabias que en la batalla de Minas Tirith son soldados del ejercito español? Resulta que las imágenes de innumerables huestes están tomadas de las escenas finales del "Cid" de Anthony Mann, concretamente de las tropas almorávides que sitian Valencia. Por eso los orcos van cubiertos con túnicas y capuchas negras sobre las caras. Son en realidad los extras que puso el ejercito español al servicio de Samuel Bronston para la ocasión. Una curiosidad de esas bastante llamativas.

      Ya imaginé que te referías a Heavy Metal. Estoy contigo en que es menos afortunada que Tygra, y para mí también menos que "El señor de los anillos".

      Saludos desde dentro del laberinto, Francisco!!

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  5. Celebro tu descubrimiento de Maroto. Eso quiere decir que la edición de EDT está cumpliendo uno de sus objetivos, acercar los clásicos españoles a los jóvenes aficionados. Yo soy un veterano seguidor del artista. Lo descubrí en 1976 aprox. con 8 añitos y me cambió la vida. Y luego tuve la suerte de conocerle en persona e incluso comprarle uno de sus originales de Creepy. Con su porte de caballero español y anabilidad, siempre está abierto a las atenciones con sus seguidores. Te aplaudo por tu artículo y coincido en la apreciación de Dax el guerrero como su gran obra.
    Un saludo

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    1. Sí, Felix, afortunadamente, y con lo mucho que me gusta el género de "Sword and sorcery", he descubierto a Maroto y en una edición como se merece. La verdad es que EDT está haciendo una gran labor en el redescubrimiento de clásicos del panorama nacional. Yo, al menos, estoy descubriendo y, sobretodo, disfrutando de la obra de muchos de esos autores y ¡ que siga !

      Me alegro que te haya gustado el artículo y que coincidamos en la predilección por Dax. Espero que encuentres más reseñas de tu interés por aquí. Gracias por tu visita y comentario.

      Saludos desde dentro del laberinto.

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  6. Esteban Maroto probablementes es el mejor dibujante, en el sentido estricto, que ha dado el cómic español. Os dejo un entrevista en dos vídeos muy interesante que tuve el placer de hacerle en una edición de Expocomic.

    http://youtu.be/NuYhonerKfM

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